El oficialismo apenas ha convencido al 29,5 por ciento del electorado mientras que en el lado opuesto, el bloque opositor, se ha tornado como la fuerza más votada
La coalición Frente a Todos, en la que se engloban los partidos del oficialismo de Argentina, ha registrado unos malos resultados en las elecciones PASO –primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias– del país, en las que se decida quiénes serán los candidatos que podrán concurrir a las parlamentarias del 14 de noviembre.
Con el recuento cerca de concluir, el oficialismo apenas ha convencido al 29,5 por ciento del electorado mientras que en el lado opuesto, el bloque opositor, reunido bajo la coalición Juntos por el Cambio, se ha tornado como la fuerza más votada con el 40,8 por ciento.
Por otro lado, la extrema derecha, liderada por el economista Javier Milei, se ha consolidado como la tercera opción escogida por los argentinos.
En concreto, en la provincia de Buenos Aires, principal distrito electoral de Argentina y dominado por el partido del presidente, Alberto Fernández, Frente a Todos ha logrado el 33,4 por ciento de los votos, casi cinco puntos menos que los opositores, según los datos recogidos por la agencia Télam.
Al cierre de los colegios electorales a las 18.00 horas (hora local), la participación se ha fijado en el 67 por ciento de los casi 34 millones de argentinos que estaban llamados a las urnas.
Los colegios electorales han cerrado a las 18.00se abrieron a las 8.00 horas (hora local) y a su clausura habían recibido al 67 por ciento de los casi 34 millones de argentinos que estaban llamados a las urnas. Esto supone la participación más baja de unas PASO desde su primera celebración en 2011.
Caída del oficialismo
Ahondando en la caída del oficialismo, Frente a Todos apenas ha logrado vencer en seis de los 24 distritos del país y, además, ha perdido seis de las ocho provincias que escogerán senadores en las elecciones parlamentarias de noviembre.
Una de las características más destacadas de estos comicios es su capacidad para determinar los candidatos que en noviembre se podrán presentar para la renovación de la mitad de la Cámara de los Diputados –127 escaños están en juego– y un tercio del Senado –24 escaños–.
Es precisamente en el Senado donde Frente a Todos obtendría su golpe más duro con la pérdida de la mayoría absoluta por parte de la vicepresidenta del país, Cristina Kirchner. La coalición perdería seis senadores y bajaría a los 35, dos por debajo de la mayoría, con lo que estaría en manos de los provinciales para poder sacar adelante sus proyectos.
La cohesión de las candidaturas del oficialismo le daban en principio una ventaja sobre los opositores, que ha presentado hasta seis aspirantes en algunas circunscripciones. La importancia de las PASO en Argentina recae en que los resultados suelen predecir la intención de voto para los próximos comicios.
Fernández reconoce la derrota
Con el escrutinio aún en marcha, el presidente de Argentina ha tomado la palabra desde la sede de su coalición para reconocer los «errores» que han cometido, tal y como recoge el diario local ‘La Nación’.
«Nada es más importante que escuchar al pueblo. Cuando el pueblo se expresa es un dato que tomamos muy en serio, muy en cuenta», ha señalado Fernández, quien, sin embargo, ha puesto en valor el «enorme esfuerzo» realizado por su formación.
El mandatario ha reconocido que desde el Gobierno se han «cometido errores» de los cual deben aprender, y ha asegurado que «hay una demanda insatisfecha» en el país y que se va «a ocupar de prestar atención y a resolver el problema».
En el lado opuesto, Juntos por el Cambio y su candidato en la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli, ha celebrado unos resultado que dejan tocado al oficialismo y que les colocan en una buena posición de cara a las futuras elecciones.
«Ustedes no se resignaron, sabíamos que no nos podía ganar la resignación», ha resaltado para, más tarde, apuntar directamente hacia el 14 de noviembre como una fecha clave en la que «seguir reafirmando el esfuerzo».
Irrupción de la extrema derecha
Otro de los aspectos más destacados de la jornada electoral es la llegada de la extrema derecha a Argentina de la mano del economista Milei.
Sin embargo, durante un acto en la sede de su formación, ha aseverado que aún «no hay nada que celebrar» pero que estos resultados sí que son la clara muestra de que hay «un hartazgo de la casta política», a lo que ha vinculado también la baja participación.
«Estamos en la Argentina del ‘mitad-mitad’. 50 por ciento de inflación y otro 50 por ciento de pobres. Si no hacemos un cambio de 180 grados, en 50 años vamos a ser la villa miseria más grande del mundo. Por lo tanto, que tiemble la casta política», ha exclamado.
Milei ha conseguido posicionarse como la tercera fuerza política de la Ciudad de Buenos Aires y ha remarcado que entró en el sistema político del país para «terminar con la decadencia».