Los palmeros tienen que limpiar diariamente la ceniza que continúa afectando a viviendas y a las infraestructuras públicas
La actividad del volcán este martes dista mucho de la que pudo comprobarse el lunes cuando el volcán comenzó a emitir de forma violenta gases y ceniza hasta alcanzar un penacho de unos 7.000 metros de altura. El penacho podía verse desde varias islas.
A partir del último episodio de emisión de piroclastos y la formación fue cuando se vio que el tremor, un indicador del movimiento subterráneo de lava, comenzó a disminuir.
Desde las ocho de la tarde bajó la señal y dos horas después ya solo se percibía «ruido de fondo», que sigue en este momento, es decir el ruido que se escucha «cuando no hay actividad».
Limpieza diaria
La lluvia de ceniza sigue afectado a la vida cotidiana de los palmeros. La limpieza de ceniza en viviendas e infraestructuras se ha convertido en una rutina diaria.
Varias empresas contratadas al efecto llevan a cabo la limpieza de las calles y las zonas públicas. En Los Llanos de Aridane se llevan las bolsas a un espacio acotado y aún se plantean cómo se reciclará y cuál será el futuro de estas partículas.
De las pequeñas piedras del principio, ahora cae un polvo fino que apenas se pueden recoger porque daña a las barredoras.