La noche se llenó de soul y ritmo con voces y actuaciones que hicieron vibrar al público del Maspalomas Costa Canaria Soul Festival
Emoción en la segunda noche de conciertos del Maspalomas Costa Canaria Soul Festival. La multitud se congregó con ganas de bailar, disfrutando de momentos mágicos, en especial con las canciones que hicieron eternas a Aretha Franklyn y Tina Turner.
De nuevo, la labor excepcional de la Memphis Hall of Fame Band (MHOFB) consolidó las buenas sensaciones del viernes. Merencen una mención aparte merecen los conciertos de la veterana Martha High, acompañada del magnífico Julián Maeso Trío y de Wendy Moten.
La apertura corrió a cargo del DJ local mr. kangrejo, que también se encargó de animar en la continuidad. Julián Maeso Organ Trío, liderado por el músico toledano, criado a la sombra de los primeros ramalazos del indie español junto a Jero Romero en los Sunday Drivers. Su dominio del Hammond le hace ser uno de los músicos más reclamados del circuito musical. Se entiende que forme proyecto conjunto con Martha High, una veterana cantante de la escena del soul, que a sus 79 años mantiene un excelente estado de forma.
Ofrecieron un gran concierto, primero interpretando Mellow Mood de Lonnie Smith y luego dos temas de Maeso, Missing But Singing y Hanging on a wire. Justo entones apareció Martha High que se metió al público en el bolsillo con sus primeros pasos de baile. Además de temas propios como Stay Tonight, No Man Worries o Don’t through your love in the garvage.
Con Opportunity, tema de The Jewels, comenzó a interacturar con el público desde las escaleras que llevaban al foso. Lo mismo ocurrió con What My Babe needs know, del gran James Brown, con quien llegó a trabajar. Más temas propios (Lean on me, Think y Save) marcaron la parte final del concierto que cerró con It’s a mans world de James Brown y de manera apoteósica con el inolvidable Simply the Best de la diva Tina Turner.
Tras la pausa de rigor para el cambio de escenario y la música de mr. kangrejo, apareció la MHOFB dirigida por Kurt KC Clayton. Entonó junto a Rick Hutton otro himno del género, Everybody needs somebody, de los Blues Brothers.
La fiesta continuó con la banda residente y sus tres vocalistas, Shunta Mosby, Dani McGhee y Candy Fox. Interpretaron temas de Anne Peebles, Betty Wright y de nuevo Tina Turner, Nutbush City Limits, uno de los últimos éxitos de su etapa con Ike Turner publicado en 1973.
Gerald Richardson
Abrió su concierto dejando claras sus influencias. Su interpretación fue notable y su timbre de voz recordó por momentos a Marvin Gaye. En su repertorio, además de temas propios, también incluyó varios de Johnny Taylor, también de Al Green o Tyronne Davis.
Por su parte, las influencias de Wendy Moten beben de clásicos como Steve Wonder: sus dos primeros temas fueron Sir Duke, y As incluidos en el magistral Songs in the Key of Life; y luego dio un recital interpretativo del repertorio de Aretha Franklyn, con cinco temas suyos, Don’t Play That Song for Me, Baby Sweet Baby, Soulville, Ain’t no Way y en los bises You’re All I Need to Get By. Su voz y su puesta en escena revelan que estamos ante una gran artista y justifican su triunfo en la versión americana de La Voz.
El fin de fiesta llegó de la mano de otro clásico, con todos los artistas sobre el escenario. Sonó el Take me to the River de Al Green para cerrar el círculo.