Ashotel exige una solución urgente a las largas colas para coger un taxi, especialmente en horas punta, que se repiten a diario en el Aeropuerto de Tenerife Sur
La Patronal hotelera Ashotel denuncia que las colas interminables para coger un taxi en el aeropuerto de Tenerife Sur se han convertido en una constante que afecta tanto a turistas como a residentes. Aseguran que, en horas punta, el panorama es caótico: centenares de personas, muchas con niños o personas mayores, deben esperar hasta varias horas para poder acceder a un vehículo que los lleve a su destino. Esta situación no es nueva, pero se sigue sin encontrar una solución efectiva por parte de las autoridades.
El presidente de Ashotel, Jorge Marichal, no ha dudado en expresar su malestar. Denuncia que los esfuerzos para resolver este problema han sido insuficientes. Según Marichal, «es lamentable la imagen insostenible que damos a residentes y turistas, quienes, tras horas de vuelo, se enfrentan a largas colas para tomar un taxi». Para él, la ineficiencia en el sistema es evidente: «Es absurdo que los taxis vacíos deban regresar sin pasajeros por no tener licencia de Granadilla de Abona».
La falta de respuestas
Ashotel ha insistido en la necesidad de declarar el Aeropuerto Tenerife Sur como una zona sensible, tal como se pidió a finales de 2023 al Cabildo de Tenerife. Esto permitiría aplicar una solución urgente para acabar con las largas esperas. La patronal hotelera también propuso que el Cabildo tome ejemplo de otros aeropuertos, como Madrid Barajas, donde los taxis de distintos municipios trabajan de manera conjunta para ofrecer un servicio más eficiente.
Marichal se muestra crítico con las restricciones actuales de licencias. «No debe haber limitaciones a las licencias de taxi en esta infraestructura. Es un servicio público que debería estar disponible para todos los ciudadanos, no solo para los de Granadilla», afirma. Además, apunta que esta infraestructura se financia con impuestos de todos los españoles, no solo de los residentes en el municipio.
El impacto ambiental
Las restricciones en la asignación de licencias también tienen un impacto negativo en la eficiencia del transporte, algo que va en contra de los objetivos de descarbonización del transporte público. «Es un contrasentido que los taxis que no sean de Granadilla deban regresar vacíos al no poder recoger pasajeros. Esto aumenta las emisiones de CO2 y contribuye al colapso del tráfico en las principales vías de la isla», señala Marichal.
Según Ashotel, la ineficiencia en la gestión de taxis también refleja los problemas de movilidad a los que se enfrenta Tenerife. La patronal subraya que, en lugar de imponer restricciones, deberían aplicarse medidas que optimicen el uso de los recursos disponibles, como permitir que más taxis puedan operar en el aeropuerto, mejorando el servicio tanto para residentes como para turistas.
La propuesta de Ashotel
En su propuesta para resolver el problema, Ashotel sugiere la creación de indicadores claros y medibles para regular la entrada de taxis de otras zonas turísticas de la isla. Para coordinar el flujo de vehículos, proponen la figura de un «coordinador del flujo de taxis» o «jefe de parada», quien, con la autoridad suficiente, podría gestionar las entradas y salidas de taxis de manera más eficiente.
Este modelo de autogestión del sector, Según la patronal turística, podría ayudar a mejorar el servicio, reducir las colas y, al mismo tiempo, contribuir a los objetivos medioambientales de la isla.