Los profesores recuerdan a las familias, en el Día Internacional de los docentes, que no se les perciba como enemigos, sino como colaboradores de la educación de sus hijos
Desde pequeños, los padres inculcan a sus hijos los beneficios de ir a la escuela. Sin embargo, en líneas generales, los docentes no se sienten respaldados.
El problema excede, entre otras cosas, interinidad, temporalidad o ratios que impiden una adecuada atención a la diversidad. Por ello, en la conmemoración del Día Internacional del Docente, hablan directamente a las familias.
Una encuesta entre cerca de 4.000 profesionales de la educación revela que cuatro de cada diez se sienten deprimidos; un 13% presenta conductas autolesivas; y la mitad no recomendaría la profesión, donde la amplia mayoría, el 80%, accede por vocación.
Vinieron para ser un pilar fundamental en la vida presente y futura del alumnado, pero echan en falta que los padres y las madres los vean de su lado y que no se les perciba como enemigos. «Somos colaboradores en la educación de las familias y por ello pedimos que estén con nosotros», apunta el presidente de ANPE Canarias, Pedro Crespo.