El presidente del CD Tenerife, Paulino Rivero, ha subrayado la total confianza en el actual cuerpo técnico, aunque admite que el equipo ha terminado la primera vuelta «con unos paupérrimos 25 puntos», pero aspiran «a mucho más» en una segunda vuelta
El presidente del CD Tenerife, Paulino Rivero, ha manifestado este martes que el club tiene «plena confianza» en el entrenador del primer equipo, Luis Miguel Ramis, porque a su juicio «se la ha ganado», pese a la irregular trayectoria de esta temporada en LaLiga SmartBank.
El máximo mandatario de la entidad blanquiazul ha mantenido un encuentro con los medios informativos locales en el que ha presentado algunas medidas de la nueva política de comunicación con el club, y en el que ha repasado la actualidad del mismo tras su reciente estreno en el cargo.
Rivero descarta que se le haya dado un ultimátum al entrenador en el partido del próximo sábado en casa frente a la SD Ponferradina. Ha subrayado la total confianza en el actual cuerpo técnico, aunque admite que el equipo ha terminado la primera vuelta «con unos paupérrimos 25 puntos», porque aspiran «a mucho más» en una segunda vuelta «mucho mejor».
Rivero: «Ramis..objetivamente está haciendo un trabajo muy bueno»
El presidente blanquiazul sostiene que Ramis, «objetivamente», está haciendo un «trabajo muy bueno» desde que llegó en la temporada 2020-2021. Achaca la irregularidad del presente curso a varios factores, entre ellos las «bajas«, todo ello a pesar de que en su opinión el Tenerife tiene una plantilla «mucho más completa y equilibrada» que en la campaña anterior, cuando luchó «hasta el final» por el ascenso.
Rivero ha añadido que pese a la reciente marcha del director deportivo, Juan Carlos Cordero, y aunque no han encontrado aún a su sustituto, no ha habido un vacío y el club, a través del consejero encargado del área deportiva, gestiona posibles incorporaciones de jugadores, por lo que en las «próximas semanas» podría anunciar alguna, que «aporte», pero lo que no hará es «fichar por fichar» en el presente mercado de enero.
«Tenemos que entusiasmar a los jugadores porque a nivel económico estamos en inferioridad con otros clubes», ha apuntado.
«El objetivo es llevar al Tenerife a Primera División en un plazo máximo de cinco años»
El dirigente tinerfeño ha reiterado el mensaje que dio en su pasado discurso de investidura, en el que aseguró que el «principal objetivo» es llevar al Tenerife a Primera División en un plazo máximo de cinco años.
Para ello, cree necesario que la entidad refuerce «todas sus estructuras» y que cuente también con jugadores de la cantera, con 20 por ciento de presencia en la primera plantilla, para lo cual trabajan también en la política de captación y mejora de las relaciones, que «históricamente no han sido muy sólidas» con los 262 clubes de fútbol de la isla, y algunas de ellas incluso han sido «tensas».
Rivero ha puesto el ejemplo de los tinerfeños Pedri y Moleiro, «dos diamantes» captados en su día por el eterno rival regional, la UD Las Palmas, con un traspaso del primero al FC Barcelona y una posible transferencia también del segundo a corto plazo.
Por otra parte, desde el Tenerife también se pretende mejorar la afluencia de aficionados al estadio Heliodoro Rodríguez López con una serie de medidas que se estrenarán desde el próximo sábado.
Asistencia de público al Heliodoro
A su juicio, la asistencia de público en la primera mitad de la actual temporada era «razonable«, pero hubo un «cambio brusco de tendencia» tras la derrota en el derbi ante la UD Las Palmas (3-1), pero más que por el resultado «por la mala imagen, por cómo perdimos ese partido», y ahora aspiran a llevar a unos 15.000 espectadores por encuentro en el recinto blanquiazul.
Rivero ha dicho que sería «una irresponsabilidad» abrir un debate sobre dónde se construiría un hipotético nuevo estadio, porque cree que «ahora no toca ese asunto«. Y aunque no lo descarta para un futuro porque «generaría actividad económica», primero deberían sentir la «presión» de una masa social que tenga la «necesidad» de un escenario mayor, circunstancia que no se da ahora.