Se trata de zonas prohibidas y muy peligrosas a la que solo acceden los científicos. Aseguran que el cono es «gigantesco» y califican de «sorprendente» la imagen que dejan las fumarolas
El volcán de La Palma sigue manteniendo zonas calientes en el entorno del cráter. Se trata de zonas prohibidas y peligrosas a la que tan solo acceden los científicos que estudian el proceso eruptivo y sus consecuencias.
El vulcanólogo del Involcán Pedro Hernández afirma que una vez dentro del cono es cuando uno se da cuenta de que es enorme. «Es gigantesco, son muchos cráteres», dice. Además, califica como «sorprendente» la emisión de gases desde el punto de vista visual, que se ve a kilómetros de distancia.
Los científicos aseguran que aún queda mucho por vigilar. El instituto volcanológico de Canarias toma muestras de las fumarolas, revisa las estaciones y realiza diferentes mediciones del penacho del cráter principal.
Se trata de un paisaje que cuesta recorrer porque hay zonas que siguen estando calientes, por encima de los 800 grados.
Cabe recordar que La Palma es un territorio volcánico activo y que, según indica este vulcanólogo, «lo importante no es estar alarmados, sino alerta y preparados. Yo creo que ésta es la lección que hay que aprender de esta erupción».
Una erupción que ha cambiado la fisionomía La Palma y la vida de los palmeros, provocando numerosos daños en infraestructuras, viviendas, carreteras y cultivos.