La industria canaria se resiente por el impacto de la covid-19 y ha experimentado un retroceso de un 20,2 por ciento anual en su producción, según el informe sectorial relativo a esta actividad en el segundo trimestre de 2020 elaborado por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife.
La producción de la industria canaria se ha desplomado como consecuencia de la situación provocada por el Covid-19, con un retroceso del 20,2% en relación al mismo periodo del año pasado, indica la entidad cameral en un comunicado.
El descenso experimentado por el sector es, no obstante, inferior al que presenta la media nacional (-23,9%) y, además, mucho menos intenso que los que sufren la hostelería y el comercio, prácticamente paralizados durante la mayor parte de las semanas en que estuvo vigente el estado de alarma decretado para frenar el avance del virus.
La entidad cameral advierte de la necesidad de adoptar medidas de apoyo a una actividad que, pese a continuar en funcionamiento en pleno periodo de restricciones económicas, también ha acusado los efectos de la crisis.
“En unos momentos en que se alzan voces que ponen de manifiesto la importancia de introducir un mayor grado de diversificación en nuestra economía, no podemos poner en riesgo los progresos alcanzados en un sector que contribuye de forma decisiva a ese objetivo y que genera empleo estable y bien retribuido”, afirma el presidente de la Cámara tinerfeña, Santiago Sesé.
La caída del Índice de Producción Industrial (IPI) -medido por el Instituto Nacional de Estadística (INE)- responde fundamentalmente al profundo declive que se observa en los bienes de consumo duradero (-79,9%), que en esta trayectoria descendente son seguidos de los bienes de equipo (-41,3%), los bienes intermedios (-18,4%), los bienes de consumo no duradero (-16,9%) y, finalmente, la energía (-14,9%).
Esta tendencia a la baja del IPI se ve acompañada por la disminución que presenta también el número de empresas del sector inscritas en la Seguridad Social y por el comportamiento del mercado laboral.
En el primer aspecto, en el último día de junio había en Canarias un total de 2.855 empresas con trabajadores a su cargo que desarrollaban actividades industriales, un descenso anual del 5,1% que, en cifras absolutas, se traduce en 155 negocios menos que en el mismo mes de 2019, según los registros del Instituto Canario de Estadística (Istac) a partir de los datos del Ministerio de Trabajo relativos a empresas con trabajadores dados de alta en el Régimen General.
El boletín sectorial de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife incorpora, asimismo, datos acerca de la confianza con que los empresarios industriales afrontan este periodo, marcado por la extrema incertidumbre que ha introducido la crisis del coronavirus.
Así, el Indicador de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA) de la industria continúa siendo negativo en las Islas, pero presenta en la encuesta de julio un descenso de solo el 3%, muy inferior al del primer trimestre del año (-28,1%).
El 76% de los industriales cerró el segundo trimestre con resultados empresariales negativos, porcentaje que disminuye hasta el 66% cuando se pregunta por las expectativas de los responsables de los negocios.
Las previsiones muestran también una mejora tanto de las respuestas favorables (5%) como de las de estabilidad (29%).
Reseña que la encuesta anterior fue realizada poco después de que se declarara el estado de alarma y cuando regían las severas limitaciones a la actividad que esta situación comportaba, lo que en buena parte explica la mejora que trasluce el nuevo sondeo.
Aunque la mayor parte de la industria no se interrumpió durante las semanas que duró la cuarentena, la demanda de productos cayó de forma notable por el cierre del canal de la hostelería, tanto negocios de restauración como hoteles, al que va destinada una parte importante de los productos agroindustriales.
Ello explica el retroceso del sector durante esta situación, que debe ser paliado, según la Cámara, con un conjunto de medidas de diferente índole -desde las promocionales a las dirigidas a facilitar la extensión de la industria basada en lo digital-, que no solo eviten perder el terreno conquistado, sino que “pongan los cimientos de un mayor desarrollo de estas actividades, fundamental si queremos una economía más sostenible, rica y resistente a futuras crisis”, destaca Santiago Sesé.
El presidente de la entidad cameral insiste en la conveniencia de promover el consumo de los productos de la industria local, una estrategia promocional que reportaría al cliente las ventajas asociadas a las producciones de proximidad y que además permitiría potenciar el sector y elevar los niveles de autoabastecimiento, uno de los objetivos que se han trazado tanto las administraciones canarias como los propios empresarios.
Sesé considera, asimismo, que la industria del Archipiélago debe ser beneficiaria de las acciones de simplificación administrativa con las que se trata de agilizar las inversiones y combatir los efectos económicos que ha acarreado la crisis sanitaria, en especial en lo que se refiere al acceso al suelo industrial, uno de los grandes obstáculos con los que se topa el sector a la hora de desarrollarse y crecer.
Las corporaciones locales, apunta el máximo dirigente de la Cámara, tienen que recibir medidas de apoyo para poner más terrenos a disposición de la industria y de las actividades logísticas.
La industria canaria, señala Sesé, aún debe dar un paso hacia la modernización y digitalización de los negocios, un objetivo cuyo cumplimiento depende, en buena medida, de una mayor insistencia en la formación en perfiles digitales.
“Es necesario que nos conjuremos todos, sector público y privado, para que el shock que ha representado la crisis de la covid-19 no impida que las actividades industriales profundicen en su obligada diversificación interna y puedan entrar de lleno en el campo de la economía circular y avanzar aún más en la extensión de las energías renovables » agrega el presidente de la Cámara.
Además considera que se trata de dos ámbitos propicios para la creación de empleo cualificado y de calidad y también para garantizar el desarrollo sostenible en el Archipiélago al tiempo que se muestra partidario de estudiar nuevas medidas que reduzcan los sobrecostes que implican las actividades de la industria en un territorio insular y alejado como es Canarias.