La propuesta de paz incluye el control por parte de Rusia de los «nuevos territorios» en el este de Ucrania: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, ha instado este lunes a Ucrania a que acepte su propuesta de paz de «forma amistosa» o que se abstenga a que el Ejército ruso se encargue «de este asunto».
«Las propuestas de Rusia sobre la desmilitarización y desnazificación de las tierras controladas por Kiev y sobre la eliminación de las amenazas a la seguridad deben ser aceptadas de ‘manera amistosa’ o el Ejército ruso se ocupará de este asunto», ha aseverado el jefe de la diplomacia de Rusia en una entrevista con la agencia TASS.
Según Lavrov, Ucrania «es muy consciente» de las propuestas de Moscú para poner fin a la guerra, que incluyen entre otros «eliminación de las amenazas de seguridad de Rusia» provenientes supuestamente del territorio ucraniano.
Además, la propuesta de paz rusa pasa porque Rusia se haga el control de sus «nuevos territorios» en el este de Ucrania, que incluyen Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. En los referéndum organizados por el Kremlin en septiembre, según los datos rusos, un 97 por ciento de los votantes respaldó la anexión.
«Queda poco por hacer: aceptar estas propuestas de forma amistosa. De lo contrario, el Ejército ruso se ocupará de esta cuestión», ha reiterado Lavrov, según ha recogido la citada agencia.
Riesgo de una guerra entre potencias nucleares
El titular de Exteriores ruso ha afirmado que Occidente tiene como objetivo «la moderación total de Rusia», un hecho que ha calificado de «extremadamente peligroso» y que presenta riesgos de enfrentamiento armado directo entre potencias nucleares.
Según Lavrov, Occidente está exagerando sin cesar «con especulaciones irresponsables de que Rusia supuestamente está al borde del uso de armas nucleares contra Ucrania», según ha recogido Tass.
«Estamos hablando de asuntos absolutamente diferentes aquí: el curso político de Occidente, que tiene como objetivo la moderación total de Rusia, es extremadamente peligroso. Tiene riesgos a la baja de un choque armado directo de las potencias nucleares», ha relatado el jefe de la diplomacia rusa, que ha subrayado que Moscú ha estado afirmando «una y otra vez» que no puede haber ganadores en una guerra nuclear y que «nunca debe desencadenarse».
Lavrov ha denunciado además que Estados Unidos y la OTAN buscan «una victoria sobre Rusia en el campo de batalla» como un mecanismo para «debilitar o incluso destruir a nuestro país». «Nuestros oponentes harán todo lo posible para lograr este objetivo», ha valorado.
«Las acciones de Occidente y su marioneta (el presidente ucraniano, Volodimir) Zelenski confirman la naturaleza global de la crisis ucraniana», ha argüido, al tiempo que ha hecho hincapié en que el beneficiario del conflicto es Estados Unidos. «Washington ha estado trabajando en un objetivo geopolítico de romper los lazos tradicionales entre Rusia y Europa y hacer que sus satélites europeos dependan aún más de él», ha explicado.
«Estados Unidos planea eliminar a Putin»
Rusia habría accedido a declaraciones de «funcionarios no identificados» del Pentágono de Estados Unidos en las que detallan los planes del Gobierno estadounidense para infligir un «golpe de decapitación» al Kremlin. En concreto, según Lavrov, habrían hablado de la «eliminación física» del jefe de Estado ruso, Vladimir Putin.
«Washington fue más lejos: allí, algunos ‘funcionarios anónimos’ del Pentágono amenazaron, de hecho, con infligir un ‘golpe de decapitación’ al Kremlin, de hecho, estamos hablando de la amenaza de la destitución física del presidente de Rusia. Si alguien realmente fomenta esas ideas, ese alguien debería pensar con mucho cuidado sobre las posibles consecuencias de tales planes», ha remachado, según la citada agencia.
Por ello, ha reiterado que «mantener una conversación normal con la Administración Biden, que declara la derrota estratégica de Rusia como uno de sus objetivos, es objetivamente imposible». «Las relaciones ruso-estadounidenses están en un estado verdaderamente deplorable, dado que están casi estancadas a causa de Washington», ha lamentado.
«Hemos explicado de forma consistente a los estadounidenses que no es nuestro estilo despreciar las relaciones entre gobiernos. Sin embargo, actuamos a partir de una postura de reciprocidad cuando se trata de construir un diálogo. En otras palabras, actuamos en línea con el principio de ‘ojo por ojo’, pero no necesariamente de forma simétrica», ha remachado.