En 21 años el mosquito tigre se ha extendido a 1.763 municipios españoles y ha conseguido colonizar zonas más frías

El mosquito tigre está presente ya en 1.763 municipios españoles. Su presencia está confirmada en más del 80% de las zonas del Mediterráneo.
Su rápida expansión por el aumento de las temperaturas ha llevado a que se desplace a lugares más fríos del norte peninsular. Preocupa el «Aedes albopictus» por ser transmisor del dengue, el zika o el chikungunya. El codirector del Servei de Control de Mosquits del Baix Llobrega, Roger Eritja asegura que puede llegar a convertirse en un problema de Salud Pública por las dificultades que existen para expulsarlo.
Detectado en Canarias
Otro género Aedes, el «aegypti» que se detectó en Canarias. Afirma Eritja posee «antecedentes de dos siglos atrás de importantes epidemias de dengue y fiebre amarilla», y el común o «Culex Pipiens» y otros autóctonos del mismo grupo, responsables de la fiebre del Nilo Occidental.
El mosquito tigre comenzó a expandirse por Europa en los 80, procedente de Asia, y por el comercio de neumáticos usados y especies vegetales.
En 2004, hubo constancia de su presencia en España. Aragón, Castilla-La Mancha, Ceuta, Extremadura, Madrid, Navarra, País Vasco y La Rioja son las regiones con mayor presencia.
En total, está asentado en 1.763 municipios; en 156 de ellos se ha detectado gracias a Mosquito Alert, un proyecto de ciencia ciudadana coordinado por diferentes centros de investigación públicos donde Eritja es responsable de la validación experta.

Cambios en el clima
La subida de temperaturas afectará en tres sentidos: en primer lugar, acortará el ciclo biológico, lo que implicará más mosquitos a lo largo del verano; en segundo, alargará la temporada hacia inicios de primavera y finales de otoño; y finalmente, posibilitará que se establezca en regiones «más frías que anteriormente no eran adecuadas, típicamente en montaña».
Su densidad local depende de las condiciones ambientales, básicamente de la disponibilidad de agua; al tratarse de un mosquito urbano, aprovecha la dispuestas por las personas. Por ejemplo, los platos que dejamos bajo las macetas en vacaciones «son un vivero excelente para sus larvas, y a nuestra vuelta podemos encontrarnos con centenares de mosquitos tigre en nuestra terraza».
Un problema añadido es que es «una especie invasora que no da marcha atrás», y aunque se han dado casos de erradicación temporal, donde se asienta «es imposible expulsarla y se establece definitivamente».
Es decir, «no se va a poder evitar su presencia», pero es posible «limitar en gran medida su cantidad»; para ello, deben actuar conjuntamente las administraciones, aplicando un control biológico en el área pública, y la ciudadanía, evitando tener recipientes con agua.
Transmisor de enfermedades
Las enfermedades transmitidas por los Aedes no son endémicas de España; lo que ocurre es que cuando una persona llega procedente de países en los que sí lo son y está infectada (que sería un caso importado), el mosquito la pica y a partir de ella empieza a propagar la enfermedad a sus sucesivas víctimas, que ya serían casos autóctonos.
Y eso está pasando ya: «Hemos tenido casos de dengue, casi siempre relacionados con reuniones familiares o de amigos, en las que el mosquito pica a varios. Y posiblemente está sucediendo más de lo que tenemos evidenciado porque parte de las personas que tienen esta enfermedad, pueden tener síntomas o, lo que es más probable, pasar desapercibidos», apunta María Velasco, de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, SEIMC.
Cada año se notifica un promedio de 385 casos de dengue, aunque su evolución es muy variable. En los dos últimos han aumentado notablemente a 616 en 2023 y 1.119 en 2024, de los que 6 fueron autóctonos, según los datos anuales del Instituto de Salud Carlos III.
El agravante del dengue -el zika y el chikungunya circulan mucho menos, por lo que hay menos riesgo de importación- es que, cuantas más veces se pasa, más grave puede resultar.
Con todo, la experta en infecciosas y Medicina Tropical precisa que «la mayoría» de enfermedades que están transmitiendo los mosquitos en España, incluyendo los comunes, «no van a ser graves».
Dado que no tienen tratamiento, el único modo es protegerse. «O sea, que alerta ninguna. Lo que hay que tener es precaución y estar preparados» y, si hay mosquitos en el entorno, echarse repelente, utilizar manga y pantalón largos, especialmente al alba y al anochecer, que es cuando incrementan su actividad, y valorar incluso poner mosquiteras.
Adaya González