Los Ranchos de Ánimas de Gran Canaria es un ritual de religiosidad popular de carácter animista que se ha conservado sólo en Gran Canaria
El Consejo de Gobierno, a propuesta de la consejera de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura, Migdalia Machín, ha aprobado el decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural los Ranchos de Ánimas de Gran Canaria como bien inmaterial de la isla.
Se trata del único ritual de religiosidad popular de carácter animista que existe en Canarias con plena funcionalidad y que se ha conservado sólo en Gran Canaria: Arbejales-Teror, La Aldea y Valsequillo. Concentran la etimología de la expresión cultural y se ha forjado como referencia popular de las comunidades portadoras que la han mantenido viva a lo largo de los siglos.

Su motivación de cantar a las ánimas, además de otras figuras como santos o patronos, familiares vivos, novios, cosechas, animales, por la necesidad de mantener vínculos entre los muertos y los vivos, a través de la memoria emocional, la gestión del recuerdo a partir de la muerte y sus expresiones simbólicas y cargas religiosas.

De excepcional riqueza musical con fusión ecléctica de elementos medievales, orientales y posiblemente, aborígenes, forman parte de la sonoridad de las salidas y visitas de los Ranchos. Una manifestación etnográfica que data del siglo XVII, cuando casi todas las parroquias contaban con cofradías que, a su vez, tenían vínculos con los ranchos de cantadores que recaudaban fondos para las misas o para las cofradías de las ánimas.