Los hechos ocurrieron en mayor de 2021, cuando el acusado empujó a su tía por las escaleras de su casa para posteriormente acabar con la vida de la anciana a puñaladas
La Audiencia Provincial de Tenerife acoge a partir del próximo lunes un juicio con jurado en el que se sentará en el banquillo de los acusados un hombre, para quien se pide una pena de 25 años de cárcel, por acabar con la vida de su tía de 82 años a cuchilladas tras empujarla por unas escaleras.
Los hechos tuvieron lugar el 29 de mayo de 2021 en La Laguna (Tenerife) cuando el acusado, que entonces tenía 49 años, entabló una discusión con su tía en la azotea donde ésta le dejaba dormir y en medio de la disputa dio un empujón a la mujer, a consecuencia del cual cayó por las escaleras.
Esta caída le provocó la fractura de cinco costillas, luxación en el hombro derecho, dos cortes en la frente por traumatismo, clavícula derecha rota y una luxación en el dedo índice de la mano derecha.
A continuación el acusado bajó las escaleras y levantó a su tía, que yacía en el suelo, la metió en su domicilio y la llevó a su dormitorio al tiempo que la mujer pedía auxilio gritando “socorro, socorro”.
Acto seguido, el acusado acudió a la cocina, cogió un cuchillo y con el mismo ánimo de acabar con la vida de su tía, y sin que pudiera oponer resistencia por su edad y lesiones, procedió a acuchillarla.
En la mente del asesino, su tía debía mantenerlo por el hecho de ser mujer
El acusado utilizó un cuchillo de 32 centímetros para asestarle dos puñaladas en el pecho y una tercera en la región axilar izquierda causándole heridas inciso punzantes en el tórax que penetraron en la cavidad torácica y corazón y aorta, ambos órganos vitales, que provocaron su fallecimiento.
El investigado envolvió el cuerpo inerte de su tía en mantas y lo llevó a otro cuarto de la vivienda, procedió a limpiar los restos de sangre de la habitación donde sucedieron los hechos, y en la que depositó el cadáver, así como las escaleras donde se había caído su tía y su ropa.
Finalmente, detuvieron al acusado en la madrugada del 1 de junio tras haber alertado una amiga de su tía al Cuerpo Nacional de Policía de su desaparición a lo largo de tres días.
Una vez detenido, reconoció los hechos en su declaración policial y seguidamente se acordó su prisión provisional y sin fianza.
El hombre recibió una condena previa por maltrato en el ámbito de la violencia doméstica a su madre, a quien golpeó la cabeza contra un mueble.
Ante la orden de alejamiento que se le impuso durante un año y con el fin de que no se quedara en la calle, su tía lo acogió en la parte alta de su vivienda.
Sin embargo, unos meses después le pidió que se fuera, a lo que se opuso, por lo que la mujer presentó una denuncia y solicitó también una orden de alejamiento.
El fiscal sostiene que en la mente del presunto asesino, la madre y la tía tenían la obligación de mantenerlo por el hecho de ser mujeres.
Por ello, el Ministerio Público pide a la Audiencia que se tenga en cuenta el agravante de violencia de género, lo que deberá determinar el jurado popular.