Los hechos sucedieron el pasado 14 de febrero en la Plaza de España de Santa Cruz de Tenerife alrededor de las 17:00 horas
La Fiscalía Provincial ha aumentado de tres años y cuatro meses hasta los cuatro años de prisión las peticiones de pena para dos acusados de golpear y robar a un migrante sin techo.
Los hechos sucedieron en la Plaza de España de Santa Cruz de Tenerife sobre las 17:00 horas del pasado 14 de febrero. En principio, el Ministerio Público solicitaba condenas por un delito de lesiones. Ahora pasarían a ser de robo con violencia e intimidación con objeto contundente.
De resto, mantiene la pena de cuatro años y cuatro meses para el cargo de lesiones agravadas por deformidad y sanción por quebrantamiento de alejamiento.
Uno de los acusados, en paradero desconocido
La defensa solicita la libre absolución o que como mucho se le considere responsable de un delito leve de lesiones sin penas de cárcel. Considera que no se demostró que fuera responsable de la agresión sino que sería el denunciante quien incumplió la orden de alejamiento.
En el juicio que tuvo lugar este lunes en la Audiencia Provincial sólo estaba presente uno de los acusados, que se encuentra en prisión provisional. El otro está en paradero desconocido. En su declaración, la víctima mantuvo que conocía a los dos presuntos agresores. Estos vivían en los alrededores de la Plaza de España y eran también personas migrante y sin techo.
Ha asegurado desconocer que al procesado que estaba en el juicio se le había impuesto una orden de alejamiento. Fue a raíz de que denunciara que presentó porque éste lo había golpeado.
Puñetazos propinados con «una fuerza extrema»
Ha relatado además que era aparcacoches y que cuando este día iba por la Plaza se encontró con los dos acusados, momento en el que uno le dio primero un puñetazo con un mano en la que estaba un anillo de grandes proporciones y el otro le tiró una piedra.
Resultado de todo ello, la víctima sufrió dos heridas en la mandíbula y en el lateral de la cabeza. Fueron propinadas “con una fuerza extrema”, según la perito.
Ha dicho asimismo que el acusado que asistió al juicio le pedía al otro que lo dejara en paz. Sin embargo, también fue responsable de golpearlo, que le cogieran el móvil y se lo rompieran, sin poder precisar exactamente quién fue el responsable de cada una de las acciones dado que no se acuerda.
Una declaración confusa sobre cuántos dientes había perdido
La declaración fue también confusa sobre cuántos dientes había perdido. Él manifestaba que uno pero el informe pericial habla de dos. Semanas después puso la denuncia y luego los reconoció por medio de fotografías, dado que no era el primer altercado en el que se habían visto envueltos todos ellos.
La perito habla de un fuerte traumatismo compatible con haber recibido, al menos, dos golpes que le fracturaron el hueso de la mandíbula. Uno en el mentón y otra en el lateral de la cara. No obstante, no pudo precisar cuál de ellas correspondería a una piedra o al puñetazo.
La perito calificó de “importante” la deformidad producida que da lugar a un efecto estético de consideración.
El acusado niega los hechos
El acusado dijo que fue el denunciante quien se acercó a él corriendo, lo conocía del albergue municipal y porque “siempre estaba borracho”. Negó que estuviera con el declarado en rebeldía y que lo hubiese golpeado, sino que simplemente le tiró una piedra pequeña.
Tampoco reconoce que le robara y dijo que fue él quien se puso a insultarlo y agredirle de manera que se limitó a defenderse. Añadió que antes de la pelea ya estaba ensangrentado. Incluso, asegura que llamó a una ambulancia y le echó un poco de agua cuanto estaba en el suelo herido pero despierto.
La Fiscalía solicita también una responsabilidad civil conjunta de 27.000 euros por el perjuicio personal y estético causado y las secuelas funcionales que sufre la víctima migrante sin techo.