Los participantes de carreras y caminatas por Firgas plantaron árboles para eliminar su huella por la Selva de Doramas y cada año riegan y cuidan de ellos
Minimizar la huella ecológica que dejan los amantes de la montaña cuando caminan o corren por ella. Es el objetivo de la acción llevada a cabo este sábado en Firgas, en Gran Canaria, por el Club de Montaña de Firgas y el Colectivo La Vinca. ¿Qué han hecho? Regar y supervisar el estado de los árboles que plantaron en La Selva Doramas hace ya más de dos años.

La iniciativa surge de los propios participantes de las carreras y caminatas por la zona, que para eliminar la huella de su paso, plantaron árboles en este enclave del municipio. Ahora, vuelven cada año para regar y cuidar de ellos.
Selva de Doramas
La Selva de Doramas era una gran zona boscosa de laurisilva que cubría el norte de la isla de Gran Canaria entre los municipios de Arucas, Firgas, Moya, Santa María de Guía, Teror y Valleseco. Era célebre por su exuberancia vegetal y por ser la morada de uno de los aborígenes más importantes de la historia de Canarias: Doramas.
En la actualidad queda poco más de un 1% de la extensión antigua de la selva de Doramas. La explotación por parte de los colonos para construir edificaciones y más tarde como combustible para los barcos, la fue esquilmado.
Del área de distribución original sólo restan núcleos aislados, como los Tilos de Moya, el Brezal del Palmital, Barranco Oscuro, el barranco de Azuaje o el barranco del Laurel en Osorio. En este último lugar, el Cabildo de Gran Canaria lleva a cabo desde hace años importantes tareas de repoblación forestal.