Unos 40.000 niños españoles están utilizando un programa de inteligencia artificial que permite medir su estado emocional y detectar cambios para saber si son víctimas de situaciones de violencia como el acoso escolar, del que este martes se celebra su Día Mundial
La herramienta, denominada Kanjo, sirve para prevenir el acoso y ayuda al niño a interiorizar y ser consciente de sus emociones, explica a EFE Yoni Blanco, uno de sus cocreadores.
A diario y en unos pocos minutos, los menores registran sus respuestas sobre cómo se sienten en un dispositivo digital que después analiza el programa a partir de unos algoritmos entrenados durante seis años para averiguar qué niños pueden estar en una situación de riesgo y elaborar un mapa emocional que envía a la escuela.
De esta manera, los colegios -los únicos que saben qué datos corresponden a cada alumno- tienen «un radar de los niños a los que hay que prestar especial atención», explica Blanco, cuyo programa suministra además información sobre cómo abordar los casos.
Tasas de verdad: Confianza y cerebros vagos
Hay dos elementos fundamentales para tener tasas de verdad elevadas, es decir, que los indicadores de Kanjo sean efectivos: la confianza y la pereza del cerebro.
Blanco explica que, cuando se le pregunta a alguien por su estado anímico, la sinceridad de la respuesta depende del grado de confianza con el interlocutor pero, si es una máquina la que formula la pregunta, «no existe juicio de confianza y la tasa de verdad sube».
Además, el cerebro «es vago», por lo que, después de las primeras semanas de novedad, cuando el niño se acostumbra a la dinámica y deja de jugar con la máquina, «al cerebro le cuesta mucho menos decir la verdad que mentir».
La deteccion de los casos internalizantes es fundamental
Según Blanco, los procesos emocionales se pueden gestionar exteriorizándolos -por ejemplo mediante el llanto y los gritos- o interiorizándolos, lo que supone «un sufrimiento cronificado» porque no es observable.
Mientras los métodos tradicionales se basan en la observación, situando la detección del acoso «por encima de los 390 días en España», este nuevo modelo se centra en cómo se siente el niño y no cómo lo ve el profesor, lo que visibiliza los procesos internalizantes y facilita su detección precoz.
Trabajar con datos objetivos permite acortar un 70 % los tiempos de detección y descubrir más de casos, según Kanjo. Blanco recalca la importancia de implantar la dinámica en edades muy tempranas porque permite ver «afecciones emocionales con menor impacto, pero que van a derivar en problemas en el futuro».
Autoconocimiento y autogestión emocional
Además, esta inteligencia artificial ayuda a los niños a ser conscientes de qué están sintiendo y cómo lo están sintiendo.
Esto es especialmente relevante durante la adolescencia, «cuando el universo emocional de repente se abre muchísimo y empieza a haber múltiples estados imperantes» y el autoconocimiento y la autogestión emocional son fundamentales, señala Blanco.
Agrega que a los adolescentes les cuesta mucho clasificar las numerosas emociones nuevas que sienten -frustración, pereza, amor, etc.- en otras más simples: «Si se sienten nerviosos quizás es porque se están posicionando en el futuro y eso les genera miedo».
La detección precoz necesita voluntad, pero también recursos
Kanjo trabaja con 40.000 niños repartidos en colegios, clubs deportivos, hogares tutelados etcétera, entre ellos centros «donde hay mucha voluntad pero tienen un orientador dos días a la semana para gestionar 600 niños», apunta Blanco.
Estas situaciones -considera- no ofrecen los soportes suficientes para acompañar a los niños que lo necesitan, aunque la mecánica de Kanjo permite a los coordinadores tener una lista de prioridades gracias al mapa de afección emocional.
Por último, afirma que la nueva figura del coordinador del bienestar que recoge la Ley de la Infancia y que obliga a tenerlo en todos los centros educativos desde 2022, en muchos casos ha recaído en trabajadores de los colegios que no tienen horas liberadas para desempeñar sus funciones, aunque confía en que la ley se vaya aplicando de forma correcta.
Informa:Lucía Serrano/EFE