El presidente ucraniano ve «imposible» negociar con Rusia y con el actual mandatario, Vladimir Putin, y pide incrementar las sanciones sobre Moscú
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha promulgado este martes el decreto que recoge las conclusiones del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa celebrado el pasado viernes y que contempla, entre otras cuestiones, que es «imposible» negociar con Rusia para poner fin al conflicto armado.
El documento pone el foco en la figura del presidente ruso, Vladimir Putin, tal como ya hizo Zelenski la semana pasada, cuando dejó claro que no había posibilidad alguna de negociar mientras siguiese en el Kremlin el actual mandatario. Kiev apuesta, en cambio, por seguir endureciendo las medidas de control y presión sobre Moscú, según la nota difundida por la Presidencia.
La cúpula de seguridad de Ucrania reivindicó por escrito la soberanía y la integridad territorial a raíz de la decisión de Putin de anexionar a Rusia cuatro regiones ucranianas –Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia–, que también llevó a Zelenski a solicitar el ingreso a la OTAN mediante un procedimiento «acelerado».
Bielorrusia, en la ofensiva militar
Por su parte, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha confirmado abiertamente que su Gobierno sí participa en la ofensiva militar lanzada por Rusia sobre Ucrania, después de meses en los que se ha esforzado por matizar su grado de vinculación con la invasión ordenada en febrero por su aliado Vladimir Putin.
Lukashenko ha reunido este martes a la cúpula de la seguridad bielorrusa para analizar «la cambiante situación militar y política» en la región. El mandatario ha subrayado que «no hay ninguna emergencia» que afecte a Bielorrusia, pero sí ha dejado claro que está del lado de Rusia en lo que también él ha descrito como una «operación militar especial».
«Participamos en ella. No lo escondemos. Pero no hemos matado a nadie, no hemos enviado militares a ninguna parte», ha argumentado Lukashenko, que ha aludido a una implicación «limitada», únicamente para «impedir que el conflicto se extienda a territorio bielorruso» o para prevenir un posible ataque desde Polonia, Lituania y Letonia, informa la agencia BelTA.