ASÍ SOMOS: Adicciones

Adicción a las Tecnologías

Daniel García Hinestrosa es un chico de 24 años que actualmente está superando una adicción a las tecnologías con el apoyo de su familia y de la Fundación Adsis.

Él está estudiando el Bachillerato de Ciencias y se prepara para embarcarse en una experiencia de intercambio Erasmus.

Se considera una persona positiva y satisfecha, aunque a veces le gustaría poder expresarse más abiertamente, ya que siente que a veces le cuesta soltarse. Sin embargo, al conocerlo, no lo dirías, ya que siempre está dispuesto a entablar conversación y entenderse con cualquier persona.

Desde su infancia, Daniel ha sido un apasionado de los videojuegos. Siempre ha estado rodeado de consolas, suyas, de algún familiar o de amigos. Aunque es consciente de que esta afición no es lo más conveniente para su situación actual, es algo con lo que disfruta habitualmente, ya sea jugando solo o con amigos. Además, nos cuenta que gran parte de las personas que conoce y su personalidad están influenciadas por esta afición que tiene.

ASÍ SOMOS: Adicciones

En cuanto a las series, a Daniel le gusta la animación y el anime, y hace una distinción entre ambos con una sonrisa. Aunque no tiene una serie favorita en particular, destaca algunas que sobresalen del resto.

En cuanto al cine, su respuesta es similar, no tiene una película favorita, pero sí recomienda «Everything,where, all at once», una película de ciencia ficción con saltos multiversales y teorías extravagantes. La describe como una película emotiva y divertida a partes iguales, con una de las mejores direcciones que ha visto.

Daniel nos cuenta que de niño era muy inquieto y siempre estaba escalando cosas y corriendo con sus amigos en el parque o en cualquier lugar que encontraran. No tenía metas claras ni sabía lo que quería ser cuando creciera, y realata que aún no lo tiene del todo claro. Sin embargo, le gustan mucho las matemáticas y se interesó mucho por la asignatura de tecnología y dibujo técnico durante la Educación Secundaria. Esto lo llevó a considerar la posibilidad de ser arquitecto, pero con el paso de los años, esa idea no terminó de cuajar.

En cuanto al futuro, Daniel no tiene una visión clara en este momento. Se enfoca en vivir el presente y desea tener una vida tranquila y un empleo estable. A partir de ahí, está dispuesto a ser más ambicioso con otras metas.

El recomienda a todos amar a sus seres queridos, disfrutar de la vida y permitir que los demás también disfruten. Aboga por el respeto y la eliminación del odio en nuestras relaciones diarias.

Daniel piensa que, en la sociedad actual, cualquier cosa que se salga de lo «normal» puede generar críticas o presión para adaptarse a la norma establecida por los demás. Sin embargo, él sabe que esto no es así. Nos anima a ser nosotros mismos y no tener miedo de lo que piensen los demás. Aunque suene idealista, Daniel intenta aplicar este enfoque en su propia vida.