Los artesanos y su arraigo a la Bajada de la Virgen del Pino

La Bajada de la Virgen del Pino es uno de los actos más emotivos de este año en Gran Canaria y con mucho arraigo entre los artesanos de Teror

Los artesanos y su arraigo a la Bajada de la Virgen del Pino
Traje típico de Gran Canaria. Eduvigis Navarro

Eduvigis Navarro Domínguez lleva más de 28 años dedicada a la costura en Teror. La Bajada de la Virgen del Pino la vive con sentimiento y especial devoción.

Su madre la enseñó a coser y con el paso de los años ha ido perfeccionando su trabajo siguiendo el asesoramiento de expertos como el etnógrafo, Jorge Guzmán.

Los artesanos y su arraigo a la Bajada de la Virgen del Pino
Eduvigis en su taller de costura. Eduvigis Navarro.

En sus comienzos, recuerda fue una motivación social, “las vecinas se reunían para coser durante la temporada de lluvias, al no poder hacer otra cosa, se dedicaban a coser tres y cuatro meses para sacar a sus familias adelante”.

Los artesanos y su arraigo a la Bajada de la Virgen del Pino

Contribuían a la economía familiar y también, con ello, te preparaban para casarte, si no sabías coser y cocinar no podías pasar por el altar.

Relata que primero se introdujo en el ganchillo, imprescindible para sacar el carnet de artesana. Tardó dos años en conseguirlo.

Los artesanos y su arraigo a la Bajada de la Virgen del Pino

Poco a poco se introdujo en la vestimenta tradicional, y ahí se quedo, aprendiendo e investigando sus complementos a través del folklorista y etnógrafo, Jorge Guzmán. Guzmán se considerado uno de los principales expertos en vestimenta tradicional de Gran Canaria.

Telas y bordados

Para este año, los encargos han aumentado, aunque, son más los arreglos, asegura. El traje típico no puede faltar en el día grande de las Fiestas del Pino el 8 de septiembre.

La ropa tradicional es una parte esencial del atuendo y siguiendo los estatutos de la vestimenta de los siglos XVIII y XIX, de Néstor Martín de la Torre.

Los paños y las sedas son las telas más comunes. Sin olvidar los bordados con punto diablo. Desde el zagalejo, o refajo de las mujeres, pasando por los zapatos y el pololo, o pantalón corto.

Vinculación a la Bajada de la Virgen del Pino

Para Eduvigis con la Bajada de la Virgen del Pino afloran recuerdos del pasado vinculados a su entorno familiar.

Recogimiento y tristeza, son los calificativos que elige. Recuerda “cuando era niña y su madre fue de peregrinación a la Virgen del Pino, mientras ella y su hermana subieron a Lomo Don Diego para verla subir…su hermana se cayó y estuvo un tiempo sin moverse”. Un pasaje de la vida que le trae a la memoria vivencias familiares.

La Virgen se sacaba para hacer rogativas de lluvia o por las plagas de la langosta.

En esta ocasión, Eduvigis, no faltará a su cita para acompañar a la Virgen a Las Palmas de Gran Canaria. Comenta emocionada, “espera que se porte bien y vuelva” a su Basílica.

Desde el barrio El Rincón solo tiene un deseo “que regrese pronto”.

Alberto Lorenzo, más de 30 años como orfebre

Los artesanos y su arraigo a la Bajada de la Virgen del Pino
Alberto Lorenzo en su taller de joyería.

Alberto Lorenzo, joyero artesano, vive la Bajada de la Virgen del Pino con expectación por el arraigo centenario de esta tradición. Como vecino de Teror, y siendo patrona de la isla, renace entre la población un vínculo muy especial. En este sentido, afirma que “la Virgen del Pino protege al comercio del municipio”.

Su labor como artesano le ha llevado a realizar colgantes con la imagen de la Virgen del Pino. En su estudio de orfebrería también, ha realizado pendientes, anillos y gemelos de recuerdo.

Un sentimiento insular que también ha plasmado en unos gemelos, con la imagen de los perros de la Plaza de Santa Ana.

Los artesanos y su arraigo a la Bajada de la Virgen del Pino
Gemelos de plata con detalle de los perros de la Plaza de Santa Ana. Alberto Lorenzo.

Con más de treinta años como orfebre, describe cada joya “como una pequeña obra de arte, en un mínimo espacio, hay que transmitir una idea o un sentimiento”.

Al margen de los cambios y de la afluencia de personas que cambiarán el transcurrir diario del pueblo. Para Lorenzo, la Virgen del Pino ha llevado el nombre de Teror más allá de los límites del archipiélago canario. Reconoce que “el pueblo siempre estará en deuda con ella”.

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