El llamado turismo energético es el formado por residentes en países fríos que eligen ahorrar en la factura de la calefacción viajando a territorios con temperaturas más altas
Canarias se posiciona como la avanzadilla del llamado turismo «energético«, protagonizado por residentes de países más fríos que elijan España también por ahorrar los cada vez más abultados costes de calefacción. Una tendencia constatada por ejemplo por turoperadores británicos y que aumenta a ritmos de hasta el 60 %.
Además de Canarias, que ha lanzado una campaña especifica para captar este tipo de turistas, otras comunidades como la valenciana perciben impulsos en estas nuevas formas de viajar, que podría beneficiar igualmente a otros países como Turquía o los del norte de África.
Reservas de larga duración
También desde el Gobierno detectan esta nueva tendencia, con un incremento de las reservas de larga duración (más de 22 días) de entre el 20 % y el 60 %, según datos ofrecidos esta semana en Londres por el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés.
Entre los países emisores, en Reino Unido (el principal origen de turistas internacionales hacia España) el touroperador Jet2holidays, que trabaja sobre todo con Canarias, señala que «sin duda» se están reservando estancias más largas.
Se trata de un turismo que se aloja mayoritariamente en apartamentos, en el caso de los británicos, y en propiedades más exclusivas entre los alemanes y nórdicos, y que, en todos los casos, exige tener buenas conexiones wifi.
Para el socio responsable de Turismo y Ocio de KPMG, Luis Buzzi, estos nuevos modos de viajar, asociados al fenómeno de los nómadas, representan una oportunidad para el sector pero exigen repensar los actuales productos turísticos, las infraestructuras y los modelos de negocio para atraer este nicho de clientes potenciales.
Es, a su juicio, una estupenda oportunidad para aprovechar los activos hoteleros y tratar de romper la fuerte estacionalidad del sector en España, lo que ocurre claramente en Baleares, donde sería preciso un reajuste en la conectividad aérea, que ve factible porque la infraestructura existe.
«Escapistas de invierno»
Canarias es destino tradicional de europeos que quieren pasar sus inviernos en lugares más cálidos y de hecho el otoño-invierno es su temporada alta, pero ahora los turistas extranjeros tienen otra razón tanto o más poderosa para quedarse por largas temporadas, porque así ahorran la calefacción en sus países.
Ahora, con «Escapistas de invierno» el archipiélago ha lanzado una campaña en 14 países dirigida precisamente a quienes buscan huir del frío y de la carísima factura energética.
La campaña se suma a otra dirigida a europeos mayores de 55 años para atraerlos durante más de 50 días, un segmento del mercado muy atractivo porque se dejan una media superior a los 3.100 euros por estancia. Se añaden igualmente las destinadas a captar a los nómadas digitales, que ya hicieron subir las estancias largas durante la pandemia.
Las expectativas en este punto son mejores para el sector de la vivienda vacacional que para los hoteles y también para el sector de las aerolíneas porque las islas tienen programados siete millones de plazas para el invierno, un 30 % más que en 2019 (antes de la pandemia), según datos de la Consejería de Turismo de Canarias.
Ocupación del 70% en el último trimestre
El gerente de la Asociación Canaria de Alojamientos Vacacionales (ASCAV), Javier Martín, explica que, pese a la incertidumbre, el nivel de ocupación para este último trimestre ronda ya el 70 % y que los británicos optan sobre todo por apartamentos en tanto que alemanes y nórdicos se inclinan por villas más lujosas. El wifi es imperativo, incluso en los entornos más recónditos.
También en la costa de Alicante se empiezan a detectar reservas para estancias de una semana, que el presidente de la Asociación de Apartamentos y Viviendas de uso turístico de la Comunidad Valenciana, Miguel Ángel Sotillos, no se atreve a considerar un cambio de tendencia en una comunidad ya acostumbrada a acoger clientes de invierno de larga estancia, especialmente en la Costa Blanca.
Mientras, en Baleares -donde las segundas residencias de extranjeros son anteriores a la subida de los precios de la energía- la gran mayoría de la planta hotelera cerró en octubre o tiene previsto hacerlo en la primera mitad de noviembre, al tiempo que se reducen las conexiones aéreas internacionales y nacionales.