Este personal se encarga de localizar a los contactos estrechos de un positivos para ordenarles aislamiento y poner freno al virus
La labor de los rastreadores sigue siendo fundamental después de más de un año de pandemia. Se encargan de localizar los contactos estrechos de un enfermo COVID y evitar así que el virus se propague.
Desde entonces han aumentado en personal y en eficacia. En Canarias, son 800 los encargados de realizar este trabajo.