Los investigados están acusados de falsificación de documento oficial y estafa por clonar tarjetas mediante un aparato electrónico
La Guardia Civil del Puerto de la Luz ha investigado a cinco personas, todos varones, de edades comprendidas entre los 40 y 55 años, sin antecedentes policiales, por la comisión de los delitos de falsificación de documento oficial y estafa, por clonar tarjetas mediante un aparato electrónico para acceder a zonas restringidas al Muelle de Las Palmas.
La Guardia Civil tuvo conocimiento de los hechos el pasado día 27 de octubre de 2022, tras haberse detectado por parte de otro cuerpo policial a varios usuarios de dicha dársena accediendo a las zonas restringidas, con un mecanismo diferente a las tarjetas habituales autorizadas.
Inicio de la investigación
Los agentes de la Guardia Civil llevaron a cabo las indagaciones y pesquisas pertinentes, comprobando en el lugar de los hechos los accesos de algunos usuarios, los cuales disponían de un llavero de color azul del tipo de proximidad por radiofrecuencia, el cual es ideal para controles de acceso y presencia, y permite la identificación automática de la persona que hace uso del dispositivo.
Los investigadores pudieron determinar la forma de actuar de los delincuentes, consistiendo en grabar los datos de una de las tarjetas oficiales con las que la autoridad competente dota a los usuarios de la dársena de embarcaciones menores, en los llaveros de proximidad, utilizando para ello un aparato electrónico, siendo la primera vez que se detecta copias de tarjetas de este tipo.
A cada usuario de la dársena de embarcaciones menores se dota de una tarjeta, siendo ésta personal e intransferible, reconocida como un documento oficial, la cual consta de los datos de la embarcación y del usuario, y permite acceder a las zonas restringidas. Al pasar la tarjeta por un lector, el mismo reconoce la tarjeta y permite el paso, existiendo un control informatizado de los accesos de cada uno de los titulares de las tarjetas.
No obstante, el problema se agrava desde el punto de vista de la seguridad portuaria y de la seguridad de los residentes en los barcos, dado que los llaveros copiados permitirían la entrada a las mismas de cualquier persona, no existiendo un control real sobre las personas que accedían, ya que en el sistema informatizado sólo figuraría el usuario del que se había copiado la tarjeta.