Ilya Yashin, exconcejal y líder opositor ruso ha sido condenado a ocho años y medio de cárcel por «difundir información falsa» sobre la actuación del Ejército ruso en Bucha, Ucrania
Un tribunal de Moscú ha condenado este viernes a ocho años y medio de cárcel al exconcejal y líder opositor Ilya Yashin por «difundir información falsa» sobre «las acciones del Ejército ruso» en la guerra de Ucrania. Podría pasarse casi una década entre rejas tras denunciar en su canal de YouTube la comisión de crímenes de guerra en la ciudad ucraniana de Bucha.
Yashin, de 39 años y hasta ahora uno de los pocos líderes opositores que todavía estaban en libertad, fue objeto de la apertura de una causa penal en julio de este año por esta denuncia, en un proceso que comenzó cuando ya cumplía 15 días de detención administrativa por cargos de «desobediencia a la orden de un agente de Policía».
Amnistía Internacional avisó en ese momento de que Yashin podría ser condenado a hasta 10 años de cárcel en virtud del artículo 207.3 del Código Penal, introducido tras la invasión rusa de Ucrania. Artículo que ya fue utilizado contra el opositor Aleksei Gorinov, quien fue condenado ese mismo mes de julio por describir como una «guerra» las acciones de Rusia, cuando Moscú la describe como «operación militar especial».
Yashin se ha negado a declararse culpable
Según el veredicto recogido por la agencia de noticias rusa TASS, el tribunal moscovita de Meshchansky ha condenado a Yashin amparado precisamente en ese mismo artículo.
La Fiscalía había pedido nueve años de cárcel para el opositor, que se ha negado a declararse culpable al esgrimir que sus comentarios sobre lo ocurrido en Bucha no son más que su opinión personal sobre un incidente.
Las autoridades ucranianas han denunciado la ejecución de casi 460 civiles en marzo por las fuerzas rusas en esta localidad de la región de Kiev durante las primeras semanas de la invasión. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha documentado al menos medio centenar de ejecuciones de civiles, mientras que el Tribunal Penal Internacional (TPI) está investigando lo ocurrido como un posible crimen de guerra.
HRW lamenta una nueva “decapitación” de la oposición rusa
En una de las primeras reacciones de protesta, la ONG Human Rights Watch ha lamentado la condena contra el opositor como parte del «constante esfuerzo» de las autoridades rusas para «desmantelar y decapitar a la oposición política pacífica y silenciar cualquier crítica a la guerra del Kremlin».
«Yashin denunció algunas de las atrocidades de las fuerzas rusas en Ucrania con pleno conocimiento de los riesgos personales que comportaba», ha lamentado la subdirectora para Europa y Asia Central de Human Rights Watch, Rachel Denber. «Aunque ello jamás debería ser motivo de una acción legal, el Kremlin continúa persiguiendo implacablemente a figuras prodemocráticas de alto perfil y opositores a la guerra de Rusia en Ucrania».
HRW denuncia que, desde el comienzo de la invasión de Ucrania, las autoridades rusas han arrestado, multado o detenido a miles de personas por protestas pacíficas contra la guerra y discursos contra la guerra. Y han presentado más de 100 casos penales por cargos de difusión de «información falsa» o «desacreditación» de las Fuerzas Armadas rusas en el contexto de la guerra.
«El veredicto contra Yashin es una parodia de justicia y un acto de cobardía, dirigido por un Kremlin que se siente amenazado por críticos vocales y visibles como él, pero no es excusa para privarlo de su libertad y derechos», ha lamentado Denber, quien exige al Kremlin que libere a Yashin y a otros opositores condenados «de inmediato y sin condiciones».
Amnistía: «Decir la verdad en Rusia se ha convertido en un delito»
Amnistía Internacional (AI) también ha repudiado la condena al opositor ruso al esgrimir que «en la Rusia de hoy en día, decir la verdad sobre las violaciones de los derechos humanos se ha convertido literalmente en un delito», ha lamentado la directora para Rusia de la organización, Natalia Zviagina.
Zviagina denuncia las múltiples herramientas de las que hace gala el Gobierno ruso para «silenciar a quienes protestan o denuncian la guerra de agresión contra Ucrania» como «fuertes multas, cárcel, pérdida de medios de subsistencia, hostigamiento y ataques físicos».
«Como muchos otros, Yashin no podía permanecer en silencio sobre el asesinato de civiles por parte de las fuerzas rusas en Bucha. Ahora está pagando un alto precio por hablar, enfrentando ocho años y medio tras las rejas», ha declarado.
Amnistía Internacional, por todo ello, exige la liberación inmediata e incondicional de Ilya Yashin y «de todas las personas encarceladas únicamente por expresar su oposición».