Día 27: A 25 pasos por pasillo

¿Están haciendo el recomendado ejercicio diario? Yo me he propuesto empezar y lo tengo que hacer poco a poco. Vivo en un piso de setenta metros cuadrados. Tengo un salón amplio. Pero la casa es demasiado cuadrada para mi intención de caminar. Se hace camino al andar, como decía Machado, y se empieza paso a paso. Y aquí estoy, a 25 pasos por pasillo, en ida y vuelta, 50. Multiplica por 10 y son 500. Así que intento llegar a los dichosos 1000 pasos sin marearme. Porque no sé si me mareo por la falta de oxígeno o por la falta de forma física (esto, sin entrar y salir de las habitaciones, el baño y la cocina… que ya sería una locura).



Pero ya he empezado, que es lo importante. Además, lo hago como se recomienda, con todo el equipo. Me levanto, estiro, desayuno y me pongo el chándal (la colección de mayas súper fashion las dejo para cuando la licra no me apriete la barriga) y las zapatillas. Y ahí comienza mi calvario diario. Mi Via Crucis particular, al que he decidido someterme tras semanas de repetirme que ya toca (tocaba hace meses). Y es que no es fácil hacer deporte cuando se ha llevado vida sedentaria durante casi un año por limitaciones de salud. Ya lo he dicho en alguna ocasión: el cuerpo es sabio y, cuando te hace parar, hay que parar. Claro que, para ponerte en marcha no ayuda.



Hace unos meses comencé a hacer Pilates. Reconozco que iba con recelo. ¡A ver qué me iba a aportar a mí una tabla de ejercicios de estiramiento! Jajajajajajaja… ¡Me río por no llorar! Porque, menudo sufrimiento. ¿Estiramientos? El Pilates, como dice Rayco, mi monitor, “es un método de entrenamiento físico enfocado al control del cuerpo junto con la mente. Se fundamenta en el control de la respiración combinada con ejercicios físicos y aplicaciones físioterapéuticas. Ya sea con la ayuda de aparatos, o en el suelo, fortalecemos el centro del cuerpo, mejorando así la postura corporal y nuestra condición física, al mismo tiempo que se obtiene un equilibrio entre la fuerza y flexibilidad de la columna vertebral, músculos y articulaciones”. ¡Toma ya! Tres meses de sufrimiento.





¡Llevaba tres meses de sufrimiento! Había conseguido ver cómo mi cuerpo mejoraba, cómo mi espalda se erguía, mis cervicales lo agradecían y mis abdominales comenzaba a endurecer… ¡Y llegó la cuarentena!



Bueno, no sé por qué me quejo. Reconozco que agradecí parar un poco porque cada sesión (a pesar de que sólo era semanal) me dejaba agotada. ¡Qué poco fondo físico! Y mi querido monitor, Rayco, un tipo estupendo, junto a su compañera Cristina (con un cuerpo envidiable) en estos tiempos de confinamiento, se viene arriba y comienza a grabar una serie de vídeos para iniciados y no iniciados en la materia. Al principio pensé que sería una buena idea poder trabajar desde casa con sus recomendaciones. Les dejo aquí el enlace del primer vídeo, por si se animan, vean este vídeo.Yo lo he intentado, pero mi constancia no ayuda.



Si se animan a hacer, espero que compartan sus progresos. Yo he decido, por lo pronto, y hasta que coja algo de ritmo, seguir con mi rutina: a 25 pasos por pasillo. Método registrado.

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