Este 24 de octubre se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climático. El objetivo es alertar a la sociedad sobre sus efectos devastadores
Todos somos responsables del Cambio Climático y en manos de todos está ayudar al medioambiente. Este 24 de octubre se celebra el Día Internacional de esta causa.
A tiempo de reducir las emisiones
Estamos a tiempo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados y evitar así sobrepasar barreras que harían inhabitable el planeta, según los expertos. No obstante, advierten de que la única forma de conseguirlo es reduciendo ya las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, cuando vamos camino de cerrar el año más cálido desde que hay registros. Y pese a las promesas de naciones y empresas de reducir las emisiones, lo cierto es que éstas siguen creciendo. Además no se espera que comiencen a bajar a escala global hasta, como pronto, 2025.
Para acelerar la descarbonización, es necesario que haya voluntad política y social. Que petróleo, gas o carbón sean sustituidos de manera efectiva por energías renovables, y cambiar los usos que hacemos de la energía.
Voluntad política y social
«Seguimos aumentando las emisiones» y eso significa que «cada vez tenemos que hacer más cosas en menos tiempo«. Pero aún podemos revertir parte de los problemas asociados al cambio climático, según Fernando Valladares, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Algunos de esos problemas no tendrán una reversión clara a «escala humana», aunque a escala geológica, de miles o millones de años, «todo es reversible».
El gran obstáculo está siendo la «falta de voluntad y acuerdo político». Eso y que las sociedades del Norte están «adormecidas o sobrepasadas». Además más allá de los negacionistas, muchos no terminan de creerse la gravedad del cambio climático. Y por tanto, «la intensidad de las acciones no es acorde a esa gravedad».
«Estamos en una situación de fuerte inseguridad climática y para salir de esa zona y, sobre todo, para no entrar en zonas todavía peores, hay que pasar de aumentar las emisiones a disminuirlas. Si lo hacemos, que no es fácil pero sabemos cómo, tenemos margen para revertir buena parte del calentamiento», ha aseverado el biólogo.
Fin a los combustibles fósiles
No podemos revertir el cambio climático, pero sí podemos minimizarlo si logramos el objetivo de 1,5 grados. Ese es el límite a partir del cual los impactos aumentarán exponencialmente. Es lo que ha advertido la responsable del Programa de Clima y Energía de WWF, Mar Asunción.
Para ello, debemos abandonar todos los combustibles fósiles de forma «rápida y justa». Antes de 2030 el carbón, 2035 el gas y 2040 el petróleo. También triplicar la capacidad mundial renovable, de manera compatible con la biodiversidad, y reducir la demanda total de energía en al menos una cuarta parte para 2050, ha añadido.
Renovables, única opción
«La ciencia nos dice que si actuamos ya, si hacemos las reducciones necesarias, estaremos a tiempo de revertir las peores consecuencias del cambio climático», según el responsable de Energía y Clima de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz.
En el lado positivo de la balanza, que las renovables, única alternativa de futuro, ya son competitivas en términos económicos. También de impacto ambiental en relación con las fuentes a las que deben sustituir. Y también que tenemos conocimiento tecnológico suficiente para enfrentar la emergencia climática.
En el negativo, que se está intentado replicar con las renovables un esquema de capital y producción similar al de las energías tradicionales.
El Cambio Climático y el Garajonay
El incremento de las temperaturas y la escasez de lluvia esta generando problemas en el crecimiento y desarrollo de algunas de las especies del Garajonay. Un retraso en la llegada del otoño que ha puesto en jaque al pulmón de La Gomera.
Presencia de alga asiática
Pero este día contra el cambio climático también genera buenas noticias. Remite la presencia de alga asiática en aguas canarias. Esta especie invasora llevaba dos años instalada en los fondos marinos de la costa este de Gran Canaria con consecuencias negativas para la pesca y los bañistas. Los expertos no descartan una nueva explosión demográfica en primavera.