Del total de migrantes que quedan en el Archipiélago, unos 2.000 son menores atendidos por las administraciones canarias y otros 9.000 son adultos que residen en centros gestionados por el Gobierno de España.
El Gobierno de Canarias ha insistido este jueves en que los tres elementos que permiten aflojar la tensión creada en el Archipiélago por la inmigración es que continúen las derivaciones y las deportaciones y se permitan los viajes voluntarios de las personas migrantes que quieran abandonar las islas.
El portavoz del Ejecutivo, Julio Pérez, se ha referido a los datos dados a conocer hoy por el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, que señalan que de los más de 26.000 inmigrantes llegados en los últimos trece meses, en Canarias continúan 11.000.
Pérez ha señalado que aunque queda un número importante de personas en el Archipiélago, el camino de las repatriaciones y derivaciones es el correcto.
Del total de inmigrantes que quedan en Canarias, unos 2.000 son menores atendidos por los recursos de las administraciones canarias y otros 9.000 son adultos que residen en centros gestionados por el Gobierno central.
Pérez también ha aludido a la incidencia muy pequeña que provoca la inmigración en la seguridad y se ha referido que de las 120 infracciones cometidas, la mitad se refieren a presuntos delitos de falsificación de documentación.
