El director ejecutivo del PMA, David Beasley, habla de «grave escasez de alimentos y agua» en Kiev y Járkov
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha trasladado su preocupación por el recrudecimiento del conflicto en Ucrania. Ha alertado de que «las balas y las bombas» en el este de Europa podrían acarrear una crisis de hambre a nivel mundial «más allá» de lo visto hasta ahora.
«En un año en el que el mundo se enfrenta a un nivel de hambre sin precedentes, es trágico ver cómo el hambre asoma la cabeza en lo que durante mucho tiempo ha sido el granero de Europa», ha lamentado el director ejecutivo del PMA, David Beasley.
El PMA ha emitido un comunicado en el que remarca que, ante los informes de «grave escasez de alimentos y agua» en Kiev y Járkov -la capital y la segunda ciudad más grande del país, respectivamente-, se han puesto en marcha operaciones y centros de abastecimiento en los países vecinos. El objetivo es facilitar la entrega de asistencia alimentaria al país y ayudar a los refugiados que huyen del conflicto.
Además, el «en medio de la escasez de dinero en efectivo en Ucrania, el PMA planea brindar asistencia a través de distribuciones de alimentos. También efectivo y cupones de alimentos que se puedan canjear en establecimientos seleccionados».
Según datos de PMA, Rusia y Ucrania son responsables de cerca del 30% del comercio mundial de trigo. Han alertado de que «cualquier interrupción grave de la producción y las exportaciones de la región podría impulsar los precios». Esto provocaría, dicen, una erosión de la seguridad alimentaria de millones de personas.
«Esta no es solo una crisis dentro de Ucrania. Esto afectará a las cadenas de suministro y, en particular, el coste de los alimentos», ha avisado Beasley. Además ha apuntado que el actual aumento de los precios elevará también los costes operativos, dejando a más personas en situación de hambruna.