Los constructores de Las Palmas de Gran Canaria están preocupados por la subida de los costes con el cierre de la cementera de Santa Águeda
Los constructores de Las Palmas de Gran Canaria temen la subida de los precios con el cierre de la cementera del puerto de Santa Águeda.
Sin la cementera, aseguran, subirán los costes, desde los materiales, los proyectos, y las importaciones.
Unas consecuencias que traerían, advierten, «desabastecimiento» y retrasos en los proyectos, y advierten sobre la desaparición de la escasa presencia industrial del sector en Canarias.
Incertidumbre
La Asociación de Empresarios Constructores y Promotores de la Provincia de Las Palmas ha expresado en un comunicado las repercusiones sin una de las instalaciones claves para el sector en las islas.
No obstante, mantienen la esperanza de que el Gobierno de Canarias y Ceisa lleguen a un acuerdo.
La mayor parte del cemento que se consume en la provincia de Las Palmas de Gran Canaria, una media de 300.000 toneladas al año, proviene de esta cementera.
La patronal denuncia, «el continuo acoso y demonización a las canteras de áridos y a las dificultades de importación de arena, más allá del precio astronómico de esta última, así como al hecho de que el cemento supone algo más del 40% en la elaboración de hormigones y prefabricados».
Una desaparición que traería, señalan, el posible desabastecimiento, pues la alternativa es comprar el cemento en Tenerife o importarlo, con las dificultades que eso conlleva y por precio, transporte y fletes.