La venta de Miguel, en Cruz Chica, se ha visto obligado a cerrar ya que la mayoría de sus clientes han abandonado sus casas
La venta de Miguel, en la Cruz Chica, ha tenido que cerrar afectada por el volcán de La Palma. La venta lleva 60 años abierta surtiendo de frutas y verduras a todos los vecinos de una de las zonas afectadas por el volcán. Por primera vez se ha visto obligado a cerrar.
La gran mayoría de sus clientes han tenido que abandonar sus casas por la cercanía de la lava. Clientes de toda la vida que ya no pueden ir a comprar la fruta y la verdura que el propio Miguel cultiva en su huerta.
A pesar de vivir una situación económica complicada, ha querido mandar un mensaje de optimismo a todos sus vecinos y clientes. Señala Miguel que lo importante es «tener a la familia», que no se produzcan pérdidas personales, lo material «es secundario», aunque reconoce que «es doloroso perderlo».
Miguel pone la vista puesta en el volcán, como miles de palmeros, a la espera de que por fin cese su actividad y poder retomar su vida, junto a su clientela de siempre.