La madrugada del domingo 26 de marzo las manecillas del reloj se deberán adelantar una hora. En Canarias a la 1:00 serán las 2:00
Con la llegada de la primavera llega también el cambio al horario de verano. En Canarias, la madrugada del domingo 26 de marzo a la 1:00 se adelantarán los relojes para marcar las 2:00 horas. Esa noche dormiremos una hora menos.
Aunque tanto el Parlamento Europeo como la Comisión Europea se han pronunciado a favor de eliminar los cambios de hora en el futuro, todavía no existe una decisión definitiva al respecto. Por ello, durante este año seguirá en vigor el tradicional cambio que tiene lugar el último domingo de marzo: el 26 de marzo.
El cambio horario se aplica en todos los países de la Unión Europea con el objetivo de ajustar la jornada laboral a las horas de luz natural. A partir del domingo, 26 de marzo amanecerá y anochecerá más tarde, hasta que llegue de nuevo el otoño. La primavera en la que entramos el pasado 20 de marzo durará aproximadamente 92 días y 18 horas. Terminará el 21 de junio con el comienzo del verano en el hemisferio norte y el invierno en el sur.
Según los expertos a favor del cambio horario, supone un ahorro energético y económico. Desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, aseguran que se aprovechan más las horas de sol, por lo que no se consume energía eléctrica. El cálculo que han hecho desde IDAE es de unos 6 euros al año. Aunque esta cantidad podría parecer mínima, aseguran que si se multiplica por los 24 millones de hogares que hay en España, el ahorro se cifraría en 144 millones de euros.
Efectos del cambio de hora
Somnolencia acumulada, falta de concentración e incluso un aumento de los accidentes de tráfico son algunas de las consecuencias del déficit de sueño que provoca el cambio de hora. Una modificación que, para un experto en trastornos del sueño, «no tiene ningún sentido. Lo ideal sería quedarnos en el horario de invierno».
Así lo ha asegurado a EFE Gonzalo Pin Arboledas, jefe de la Unidad del sueño del Hospital Quirónsalud Valencia. Explica que el cambio horario que entra en vigor este fin de semana «nos da más luz por la noche y retrasa la hora de dormir, pero la hora de despertarnos sigue siendo la misma, lo que está asociado con el aumento del déficit crónico de sueño en general en la población». Un adelanto horario que alargará las horas de luz pero que, al menos durante la primera semana, tendrá una «especial afectación» en bebés y ancianos.
Según el experto en trastornos del sueño, este cambio horario, en España, «nos separa todavía más de nuestra hora natural en cuanto al meridiano». Y en el caso de los grupos más sensibles, aconseja ir retrasando el inicio del sueño «de forma progresiva».
«Van a tener más dificultades para iniciar el sueño y para mantenerlo». «Por lo que aproximadamente durante la primera semana tendrán mayor sensación de somnolencia«, añade. Según explica, la luz exterior nos manda al cerebro el mensaje de que estamos cansados y llevamos mucho tiempo despiertos, pero que con esa luz «no es el momento de acostarse».
En el caso de los niños y adolescentes, también puede reducirse la concentración en las primeras horas del día, especialmente si tienen las asignaturas más duras, porque «a esas edades, que tienen la tendencia de retrasar su propio reloj biológico, se le retrasa todavía más si les ponemos más luz y más capacidad de distracción a última hora».