Los datos apuntan que los meses de julio son los que concentran el mayor número de víctimas por violencia de género de toda la serie histórica
La Delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha alertado este martes de que «el verano es una época comprometida para las mujeres que sufren maltrato» y ha pedido a la sociedad «estar especialmente alerta ante la violencia de género más extrema».
Tras el comité de crisis celebrado este lunes para analizar los ocho asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas acontecidos el pasado mes, Rosell ha avisado de que los meses de julio son en los que se producen más víctimas de toda la serie histórica: en 2010 y 2019 se contabilizaron diez, mientras que en 2015 fueron nueve.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha coincidido en que «estos meses necesitamos una especial alerta» y ha asegurado en su cuenta de Twitter que «siempre podemos hacer algo para tender la mano a una víctima».
«Ante la más mínima duda no lo dejéis pasar, llamad al 016 o al 112 si es una emergencia», ha subrayado.
Siete casos confirmados en julio
Este año hay siete casos confirmados oficialmente en julio, aunque a estos podría sumarse el asesinato de una joven de 22 años perpetrado ayer en Utrera (Sevilla) presuntamente por el marido de ésta.
De estas mujeres, que dejan cuatro huérfanos menores de edad, solo una había presentado denuncia, la víctima de 54 años asesinada en Humilladero (Málaga).
«El silencio del entorno es algo cómplice o encubridor de esta violencia», ha señalado Rosell, quien ha puntualizado que las víctimas muchas veces «no están en condiciones de denunciar». «Por eso insistimos tanto en ser proactivas en la detección precoz de esa violencia antes de que sea demasiado tarde», ha apostillado.
La delegada del Gobierno ha asegurado que la reunión ha transcurrido en un «ambiente de colaboración y mucha participación«, en el que se han propuesto medidas como «insistir en la necesidad de recursos especializados«, entre los que destaca los puntos violetas en espacios de ocio típicos del verano, como el sector hotelero, el ocio nocturno, los festivales, las piscinas o la hostelería.
Asimismo, Rosell ha resaltado que varias de las mujeres asesinadas tenían «barreras idiomáticas», ante lo que ha recordado que el 016 atiende en 53 idiomas y ha propuesto formar a los traductores e intérpretes que las atienden.
Justicia, Interior, Fiscalía y comunidades autónomas participaron en el comité de crisis
La juventud de varias de las víctimas también ha llevado a la delegada del Gobierno a defender que los mensajes que les llegan a los jóvenes «no pueden ser de relativización de las violencias machistas y mucho menos de negacionismo«.
Por otro lado, Rosell ha pedido «responsabilidad de los medios de comunicación«, ya que, en sus palabras, «pueden colaborar en dar a conocer todos estos recursos y hacer sentir seguridad a las mujeres».
«Concluimos en que siempre todas las víctimas nos enseñan algo, nos permiten mejorar», ha subrayado la delegada del Gobierno, quien ha sentenciado que, si bien las instituciones «tienen sus deberes», la ciudadanía también tiene su papel en «demostrar que no hay tolerancia contra cualquier tipo de violencia de género».
Esta ha sido la cuarta reunión del comité de crisis convocada por Igualdad, un encuentro en el que también participan Justicia, Interior, Fiscalía y comunidades autónomas.
El departamento dirigido por Montero convoca este comité en los meses con una «alta concentración» de asesinatos machistas -cinco o más- o ante aquellos feminicidios en los que concurran circunstancias de «especial relevancia».
Aumenta el número de feminicidios en verano
Un estudio del Ministerio del Interior y la Universidad Carlos III corrobora el aumento de feminicidios y llamadas al 016 durante el verano: con cada grado que supera los 34 se incrementa un 30% el riesgo, y en una semana de ola de calor hay un 2% más de agresiones hacia las mujeres.
Las temperaturas, pasar más tiempo con el agresor, los espacios reducidos o las dificultades para la conciliación son detonantes, pero jamás excusa o disculpa. Un machista agrede porque entiende que las mujeres son de su propiedad y esto, insisten las expertas, se combate con fondos y recursos que las protejan.