Según informa el Mando Aéreo de Canarias en un comunicado, se trata de un «hito importante» en el Sistema de Gestión Medio Ambiental en el ámbito del Ejército del Aire y del Espacio
El Escuadrón de Vigilancia Aérea nº21 (EVA nº21), ubicado en la cumbre de Gran Canaria, ha recibido esta semana la entrega de una obra dedicada a la instalación de los primeros recolectores de agua atmosférica (RAA) y su integración en el sistema de abastecimiento de agua potable de la unidad.
Este sistema permite la obtención de agua a partir de la humedad del aire, en una ubicación más elevada que los depósitos de agua, de tal manera que permita su llenado por gravedad, sin necesidad de ningún tipo de energía eléctrica y sin generación de residuos o de emisiones a la atmósfera.
Se trata de un proyecto pionero a nivel mundial en una unidad militar, ya que aporta una solución sostenible y ecológica para obtener agua en una zona aislada con escasez hídrica.
La iniciativa, la primera de estas características en el Ejercito del Aire y del Espacio, fue ideada y liderada desde un principio por el capitán Francisco J. Moran Martín, junto con la empresa Canaria Nieblagua S.L.
De esta manera, el objetivo es instalar un sistema de captación de agua a partir de la humedad del aire que no emita gases, sin necesidades energéticas y sin generación de residuos.
A la entrega y recepción de la obra asistieron el comandante Ignacio Borraz Gracia jefe del EVA 21, el capitán Francisco J. Moran Martín Asesor Ambiental/NUMI de la unidad, el director técnico de Nieblagua S.L., Ricardo Gil Casanova, y el técnico Antonio F.Purriño Corbella.
Reducir el impacto ambiental de la unidad
Por su parte, el proyecto surgió con la intención de reducir el impacto ambiental que tiene la unidad en su entorno natural, en concreto se busca reducir el consumo de agua procedente de manantial debido a que es un recurso natural muy escaso.
El objetivo inicial constaba de 36 recolectores con los que se buscaba cubrir el gasto anual en agua de consumo humano, del sistema contraincendios y de otros fines como riego de masa forestal.
Esto trae consigo otros beneficios como el ahorro energético, al no tener que bombear el agua como se hace actualmente desde una distancia de casi 2 kilómetros y un desnivel de 200 metros.
Con todo la instalación consta de 12 recolectores, capaces de producir teóricamente 200.000 litros de agua al año, lo que supone como un ahorro económico y energético.
Finalmente, se hará un seguimiento de este proyecto para estudiar su rendimiento y ver si se amplía la instalación hasta conseguir el autoabastecimiento del 100% del agua consumida e incluso su posible implantación en otras unidades del Ejército del Aire y del Espacio que reúnan las condiciones adecuadas.