En zonas cercanas a Tacande la vida vegetal trata de resurgir y ya se ven algunos brotes
La flora está siendo también perjudicada por la erupción volcánica. No sólo la lava, también el calor y las cenizas han acabado con mucha diversidad. Aún con ese suelo cubierto por cenizas, en zonas cercanas a Tacande la vida trata de abrirse paso.
Verde en mitad de tanto gris y negro. Vida en mitad de destrucción. Así empiezan a brotar en los alrededores del volcán estas plantaciones arrasadas por las cenizas y el calor. Todo sobre un suelo aún lleno de ceniza.
Algunas especies vuelven a brotar
Lo que se está comprobando es que aunque las plantas están machacadas y han sufrido una defoliación enorme brutal al principio de la erupción, muchas están volviendo a brotar. En la zona alta existen ya algunos castaños o higueras.
Un fenómeno que sorprende incluso a los expertos, pero que vuelve a demostrar la fuerza de la naturaleza. Casi ninguna especie se deja llevar. No se termina de conformar con que el volcán la aplaste. Tratan de hacer lo posible por sobrevivir. Toda una enseñanza y ejemplo de resistencia y resiliencia.