La geotermia, una vez acabe la erupción, podría ser una solución energética renovable y sostenible para generar electricidad en Canarias
La geotermia puede abastecer casi toda la energía de La Palma, una vez concluya la erupción del volcán, y podría ser una solución energética renovable y sostenible para la generación eléctrica de Canarias.
Así lo han manifestado diferentes expertos en geotermia durante un debate organizado por el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) en el marco de la feria GENERA 2021, aunque reconocen que es necesario investigar más y contar con el apoyo de las instituciones públicas.
«La Palma es la mejor isla para promover la geotermia porque se podría producir la mayor parte de la demanda energética de la isla», según Celestino García, ingeniero de minas del IGME especialista en geotermia.
Para ello, es necesario impulsar la investigación y abordar más estudios de sondeos, cuando concluya la actividad del volcán.
«El magma está muy próximo a la superficie, aunque debido a la topografía de la isla habría que perforar a grandes profundidades para generar geotermia», admite el experto.
Avances tecnológicos
A ese respecto, el ingeniero de minas del IGME recuerda que la isla de Tenerife ofrece mejores perspectivas en investigación de recursos geotérmicos porque existen estudios geofísicos y bioquímicos más avanzados.
«Sabemos dónde perforar, aunque somos conscientes de que el 90% del territorio de la isla está protegido», explica.
En ese sentido, García destaca los avances tecnológicos como las células termoeléctricas que permiten producir energía entre el subsuelo y el aire atmosférico.
«En el Parque de Timanfaya en Lanzarote se está probando: es un sistema no agresivo que permite mostrar el poder del subsuelo para generar energía eléctrica», indica.
Otros avances son la geotermia estimulada donde se crea un yacimiento de forma artificial allí donde hay una roca caliente.
«Inyectamos agua y sacamos calor», detalla García que lamenta que la legislación ambiental haya confundido geotermia con ‘fracking’.
«Son distintos: en la geotermia el agua no lleva aditivos, no hay residuo, es un circuito cerrado», comenta el científico del IGME.
Geotermia para cambiar el modelo energético
Por su parte, Scherezade Díaz, hidrogeóloga experta en geotermia y campos geotérmicos profundos expuso los casos de Islandia y México, países donde ha trabajado en proyectos geotérmicos y comentó como la geotermia ha cambiado el modelo energético.
«Islandia tiene muchos proyectos de investigación geotérmica para encontrar fluidos supercríticos cerca del magma», detalla.
Para ello, cuenta con un marco jurídico atractivo y fondos de mitigación para la transición energética.
A su modo de ver, la geotermia es un buen negocio y una fuente de empleo local que da independencia energética.
«En el caso de Canarias la generación eléctrica es muy cara en las islas porque hay que fletar barcos con gasoil y quemarlo allí, por tanto Canarias es un lugar ideal para la geotermia», sugiere.
Sin embargo, la experta hidrogeóloga admite que hacen falta más profesionales cualificados en España y contar con apoyo institucional y social para apoyar la geotermia. «Se confunde con el ‘fracking’ y no tiene nada que ver», puntualiza.
Filtro verde para ayudas en geotermia
Maite Fernández de Retana del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, describió la geotermia como «una palanca de cambio» en la recuperación tras la pandemia.
En ese sentido detalló los ejes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en el marco de los fondos europeos Next Generation. «Más del 40% de los fondos se destinan a transición energética», sostiene.
En el programa de incentivos a la geotermia del plan, la rehabilitación energética de edificios y los proyectos de autoconsumo y almacenamiento con fuentes renovables son los principales componentes de las líneas de ayuda.
No obstante, advirtió de que todas las ayudas a la geotermia deben pasar un «filtro verde» que certifique que no causan un perjuicio significativo en el cambio climático, los usos del agua y recursos marinos, la economía circular o la biodiversidad y los ecosistemas.
«Hay mucho potencial de energía geotérmica en España, es un buen momento para apostar por ella aunque la inversión inicial importante es una barrera de entrada», finalizó la portavoz del IDAE.