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24 abril 2024 11:15 pm

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‘Nuevas perspectivas sobre la Muerte’

Seminario que analiza la Muerte desde un amplio abanico de puntos de vista: pensar en la muerte, hablar sobre la muerte, juzgar la muerte, cuantificar la muerte, relatar la muerte, minimizarla o exaltarla, divinizar la muerte, cantarla, pintarla, soñarla o morirse de risa con la muerte… Son propuestas que estarán sobre la mesa de reflexión y debate en este Seminario que se antoja oportuno para revisar qué sentido damos y cómo ha cambiado nuestra relación con la Muerte en una sociedad, la actual, resiliente  en una pandemia y enfrascada en guerras que se extienden hasta el salón de nuestras casas.

Del lunes 9 al viernes 13 de mayo a las 19 horas en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria (RSEAPGC)

  • Dirigido por el escritor y sociólogo Antonio Puente,   inaugura el filósofo Francisco Jarauta y clausura el magistrado Arcadio Díaz Tejera
  • El cantaautor Arístides Moreno pone un broche de humor al Seminario con una ponencia musicalizada sobre el hecho de morirse “sin experiencia previa”

Desde la soledad de las despedidas durante la pandemia a la televisada invasión de Ucrania, la contemplación de la muerte se ha instalado cada vez más en nuestra cotidianeidad, con su consiguiente silencio y banalización. Sondear los nuevos parámetros para abordar este inmortal fenómeno, desde una perspectiva multidisciplinar, es el objetivo de estas jornadas.

Una visión caleidoscópica del hecho de morirse

Así, abarcarán desde aspectos más teóricos, como la antropología, la literatura, la sociología o el pensamiento, hasta la descripción de las nuevas vivencias de la muerte en un sentido práctico, con aspectos como las restricciones en los velatorios-exprés, los sentimientos en los moribundos y sus acompañantes, las oleadas de defunciones por los crecientes éxodos y migraciones, los crímenes de género o hasta un cierto humor defensivo ante la la llegada de la Parca, y con una especial atención, en diversas sesiones, a la evolución histórica de los indicadores y características propios de morir en Canarias.

Espectadores globales

La Muerte como escenario inevitable y la evolución de sus distintas representaciones hasta nuestros días, enmarcan el Seminario ‘Nuevas perspectivas sobre la Muerte’, organizado por la RSEAPGC (Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria), a iniciativa  del periodista, escritor y sociólogo Antonio Puente, que ha reunido en torno a este tema a un amplio abanico de profesionales, cuyas visiones dibujan el caleidoscopio con que los seres humanos afrontamos el hecho indiscutible de la Muerte, de manera individual y colectiva, cambiante en cada época, y con gran angular o en plano corto, según las décadas que vamos cumpliendo.

Seminario ‘Nuevas perspectivas sobre la Muerte’, entre el 9 y 13 de mayo en Las Palmas de Gran Canaria

Propuestas que estarán sobre la mesa de reflexión y debate en este Seminario que se antoja oportuno para revisar qué sentido damos y cómo ha cambiado nuestra relación con la Muerte en una sociedad, la actual, resiliente  en una pandemia, enfrascada en guerras que se extienden hasta el salón de nuestras casas y con mensajes desde algunos sectores de la judicatura, la política y los Medios de Comunicación, que apelan a códigos deontológicos de hace un siglo para cuestionar la conveniencia de hablar en público de suicidios y uxoricidios, al tiempo que en todos los canales de información, -impresa, audiovisual y digital-, la mercancía es un constante flujo de Muerte por todas partes.

El arranque del Seminario nos brinda la oportunidad de escuchar a Francisco Jarauta, filósofo y catedrático de Estética de la Universidad de Murcia,cuya ponencia, Vulnerables, ya es toda una declaración de principios para dejar claro de qué se habla cuando se habla de Muerte en nuestro tiempo, y es que, como afirma Jarauta, «as rápidas y profundas transformaciones que ha sufrido nuestra época en las últimas décadas, la imprevisibilidad de los cambios, la agitación de los acontecimientos, nos han convertido en ‘espectadores globales’, algo así como quien se ve obligado a situarse en la perspectiva de los hechos sin poder intervenir en ellos».

Francisco Jarauta, filósofo

Lo que apenas hace unas décadas se presentaba como prometedor horizonte e inicio de una era dominada por los efectos de una Ciencia y Tecnología omnieficientes, -recordemos la euforia que se derivó de ciertos Informes sobre el año 2000-, resulta ahora dificultad, incertidumbre, impotencia incluso, derivadas de un escenario en el que los hechos se resisten no sólo a ser interpretados, sino que se muestran cada vez más con inusitada violencia, agrega el filósofo.

Conciencia planetaria

La pandemia de COVID nos ha hecho ¿más frágiles o más fuertes? Este interrogante nos acompañará mucho tiempo aún como sociedad y como individuos y es que la dimensión de la pandemia abarca un espectro mucho más amplio que lo meramente sanitario, político o económico y nos remite a un contexto enormemente complejo en que Ciencia y Política convergen.  Para Jarauta ésta es una de las claves del nuevo escenario social en proceso de transformación y que, en su opinión, solo podrá ofrecer respuesta si el proceso transformador cambia la actual conciencia social de pueblos que conviven por separado por una auténtica conciencia planetaria. Todo un reto para la política: «La situación actual exige y urge la creación de una conciencia planetaria, capaz de plantear desde la perspectiva de nuestra época y sus dificultades un proyecto político que afronte la nueva complejidad y que construya las mediaciones necesarias«.  

Mascarillas para afrontar una pandemia

Y añade: «La mirada social abandona la referencia de la política para orientarse hacia la ciencia, la medicina, la inmunología. Hemos sido testigos de un cambio que ha situado el conocimiento científico en el centro de las exigencias de la salud y de la vida. Se trata de un cambio que definirá para los próximos años una relevancia innegociable. De alguna forma ya sabemos que hemos entrado en una época de una nueva vulnerabilidad y que posiblemente tendremos que convivir con este virus y quizás con otros». 

El martes 10 de mayo Francisco Jarauta vuelve al estrado de este Seminario, ‘Nuevas perspectivas sobre la Muerte‘, en esta ocasión con la ponencia Fragmentos Políticos sobre la muerte donde se adentra en el miedo a la Muerte presente en todas sociedades y que «ni siquiera todas las Filosofías juntas han conseguido estigmatizar», afirma.

Banalización de la muerte

La jornada inaugural de este Seminario cierra, a las 20.00 horas, con la ponencia “La banalización de la muerte en la literatura contemporánea” de Antonio Puente, director del seminario.

Puente rastrea en la literatura de diversos autores que guardan un denominador común: “la creciente banalización” de la Muerte. «Así es, y se vuelve contingente hasta que, progresivamente, se olvida. Esta banalización bascula entre el ‘pijama de madera’ y el cenicero; y afecta a todos los ámbitos de la vida; basta con recordar la observación de Bataille sobre el erotismo como hecho consustancial a la muerte… Si esta banaliza, aquél también decae», apunta el sociólogo y escritor.

La ponencia de Puente está salpicada de imágenes que resaltan esa banalidad de la Muerte, y que, por extensión, afecta a todas las dimensiones de  la vida cotidiana. «Es lógico que cuando los nichos semejan bloques de apartamentos; los crematorios devienen en uno de los pocos espacios no libres de humo permitidos, los antiguos coches fúnebres simulan meras furgonetas de reparto, la Muerte sea ya el prosaísmo de un olvido», define.

Nichos en un cementerio

Según se desprende de diversas lecturas y de la propia actitud de numerosos autores y artistas, «ya casi nadie quiere ser inmortal, sino que todo el mundo prefiere ser inmorible. Es como si hubiésemos pasado de serse ha dicho como diagnóstico de nuestro tiempo, ilustrando el paso de sujetos proyectivos a sujetos cóncavos, como si fuésemos póstumos en vida», señala Antonio Puente, para recordar acto seguido que, con la actual banalización de la muerte, se agudiza en privado lo que Elias Canetti aplicó al Holocausto y a las grandes masacres: la alegría del superviviente, que, por decoro, se experimenta en secreto en algunos velatorios, porque «uno todavía  no es el muerto».

La conclusión es que en la Literatura contemporánea más reciente, la muerte se mitiga y banaliza. Así por ejemplo, el cubano Abilio Estévez, en su novela Los palacios distantes, explica que se va por la vida portando un carricoche a todas partes hasta que, de pronto el óxido, el accidente, la enfermedad o el cansancio nos lleva a dejarlo arrumbado para siempre en la cuneta. Y, en parecidos términos, el poeta peruano E. A. Westphalen se la figura como un tren que, abruptamente, se detiene en la noche.

El cantaautor Arísitides Moreno clausura el Seminario el viernes 13 con una ponencia musicalizada

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