Un estudio de diciembre sitúa en un cuarto de la plantilla de Policía de Telde la que reconoce sufrir violencia psicológica en el trabajo
En torno a un cuarto de la plantilla de la Policía Local de Telde (Gran Canaria) reconoce estar expuesta con frecuencia a situaciones de violencia psicológica en el ejercicio de sus funciones, según datos del informe de prevención de riesgos psicosociales encargado por el Ayuntamiento.
El estudio, al que ha tenido acceso EFE y fechado el pasado 15 de diciembre, refleja que el 54,5 % de quienes participaron en el cuestionario -respondió la mitad de los 74 agentes de los que constaba en ese momento el cuerpo- califican como «riesgo muy elevado» el aspecto de relaciones y apoyo social por la plantilla.
Para llegar a este resultado global, se hicieron varias preguntas relacionadas con el apoyo de los compañeros y superiores a la hora de realizar determinadas tareas, las situaciones de violencia física o psicológica (como amenazas, insultos o descalificaciones personales) que se daban en el trabajo y el grado de atención a este tipo de situaciones por parte de los mandos del cuerpo.
Conflictos personales en el trabajo
Así, el 24,2 % de quienes participaron en el estudio indican que las situaciones de violencia psicológica se producen constantemente, mientras que un 33,3 % las consideran frecuentes.
Por otro lado, el 18,2 % de los encuestados ve constantes conflictos interpersonales, el 39,4 % entiende que se producen con frecuencia, y el 36,4 % cree que existen en raras ocasiones.
En cuanto a la violencia física, el 54,5 % ve este tipo de episodios en raras ocasiones, mientras que el 18,2 % considera que se dan con frecuencia.
Este informe de prevención de riesgos psicosociales se encargó por el Ayuntamiento de Telde tras conocerse distintas denuncias por situaciones de acoso laboral en el seno del cuerpo local de seguridad, y también tras una sentencia firme del Tribunal Supremo que condenaba a un agente por dar una paliza a un compañero en las propias dependencias policiales.
Ello pese a que la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales y su posterior actualización de 2003 ya exigían la realización de este tipo de informes para poder elaborar los correspondientes planes de actuación ante las posibles contingencias que se pudieran producir.
Procedimiento del cuerpo policial de Telde
Regresando a los datos del informe, existen dudas entre el personal sobre el procedimiento que sigue el cuerpo local de seguridad en caso de conflictos interpersonales entre trabajadores, que el 48,5 % de los encuestados admite no conocer.
En lo que respecta a poder contar con los superiores a la hora de realizar tareas complejas en el desempeño de sus funciones, el 42,4 % dice que nunca o casi nunca; el 27,3 % que a veces, y el 6,1 % que a menudo.
Más allá del parámetro de relaciones y apoyo social, tres de cada cuatro trabajadores que participaron en el informe aseguran que padecen un «riesgo muy elevado» en cuanto a la participación en las decisiones y la supervisión de sus tareas por parte de los superiores.
Así, la mayoría de los encuestados lamentan no tener participación alguna en cuestiones organizativas o de contratación en la Policía, así como que los superiores no supervisan, o lo hacen de forma insuficiente.
La violencia psicológica eleva la carga de estrés
También se ve un «riesgo muy elevado» en cuanto al desempeño de rol, esto es, las funciones que ejercen los agentes y la claridad a la hora de mandárselas, para el 57,6 % de los encuestados, mientras que para el 45,5 % también es muy elevado el peligro al que están sometidos por las demandas psicológicas que requiere su desempeño profesional y que modula en gran medida su carga de estrés.
El interés por el trabajador hace referencia al grado en que la empresa muestra una preocupación de carácter personal y a largo plazo por sus empleados, y la compensación que reciben por las funciones que ejercen. Este parámetro también aparece en «riesgo muy elevado» para el 42,4 % de los encuestados.
Es más, para el 80 % de ellos no existen posibilidades de desarrollo profesional en el cuerpo o se facilita de manera insuficiente, mientras que tres de cada cuatro encuestados entiende que la correspondencia que existe entre el trabajo que realizan y la contraprestación que reciben es insuficiente o totalmente insuficiente.
Más allá de los parámetros que se miden en este tipo de informes, los agentes dejaron una serie de observaciones en sus cuestionarios, entre los que había quejas por situaciones de trato de favor hacia determinados agentes o allegados, falta de transparencia administrativa, la existencia de un clima tenso o un estilo de liderazgo coercitivo.