La pandemia de la COVID-19 aplazó hasta este año la Eurocopa, que comienza este viernes en el Olímpico de Roma con el encuentro entre Turquía e Italia
El Turquía-Italia dará en el Olímpico de Roma el pistoletazo de salida a la Eurocopa 2020 un año después de lo previsto a causa de la pandemia de la COVID-19, el torneo más ‘universal’ con once sedes por todo el continente, al que acuden Francia y Portugal con los galones de vigentes campeona del mundo y de defensora del título.
Este viernes 11, a partir de las 21.00 horas CET, el fútbol europeo pone en marcha su gran fiesta en cuanto a selecciones se refiere. 24 equipos en liza, 24 sueños y un solo ganador que se conocerá el 11 de julio en el estadio londinense de Wembley, escenario, entre otros partidos, de las semifinales y la final.
51 partidos desde Bakú a Sevilla, separadas por más de 6.000 kilómetros, pasando por San Petersburgo, Budapest, Bucarest, Copenhague, Amsterdam, Roma, Múnich, Glasgow y concluyendo en la capital inglesa, definirán al nuevo campeón europeo.
Y lo harán con público en las gradas, con estrictas medidas de seguridad y sanitarias para prevenir la pandemia, aunque el último estadio que verá llenos sus asientos será el Puskas Arena de Budapest. Este motivo, la obligación de que hubiera asistencia de público, provocó la salida del cartel del Aviva Stadium de Dublín y del nuevo San Mamés de Bilbao. Sus partidos fueron recolocados en San Petersburgo y Sevilla.
Francia, la gran favorita
Francia comparece como la gran favorita al título. La actual campeona mundial dispone de un conjunto tremendo en todas sus líneas y se ha ‘reforzado’ con la vuelta del madridista Karim Benzema.
La lista de Didier Deschamps no ofrece desperdicio ni resquicio alguno. Junto a Benzema, la línea atacante, con Kylian Mbappe y Antoine Griezmann, es absolutamente temible. En la medular emerge N’Golo Kante con la Champions bajo el brazo al lado de los Paul Pogba, Adrien Rabiot o Thomas Lemar; y atrás resaltan los Raphael Varane, Presnel Kimpembe, Lucas Hernandez, Jules Kounde, Benjamin Pavard o Clement Lenglet Con esta base Francia se coronó campeona universal en Rusia 2018. Viene de perder la última final continental como anfitriona ante Portugal y quiere desquitarse. Pero sobre todo llega con ese bloque temible, en lo técnico y en lo físico.
Portugal mostrará los galones de vigente campeona en una edición un tanto reivindicativa para Cristiano Ronaldo tras tener que retirarse al inicio de la última final y una temporada complicada en el Juventus.
Fernando Santos dispone de una base parecida, con ilustres de los últimos tiempos y con jóvenes figuras como el central del Manchester City Ruben Dias, herido tras perder la Champions ante el Chelsea, y Joao Felix, la gran esperanza del Atlético de Madrid al que también le ha podido faltar algo de protagonismo en la consecución de LaLiga.
Lo peor para ambos es que comparten el grupo de la muerte, el F, junto a otra de las grandes potencias, Alemania, y una Hungría que se niega a acudir como comparsa y sueña con dar la campanada y alcanzar, como en Francia 2016, los octavos de final.
El adiós de Joachim Low
Esta Eurocopa será la despedida de Joachim Low de la selección germana, a la que llegó en 2006 para reemplazar a Jurgen Klinsmann. Han sido tres lustros plagados de éxitos, con alguna que otra decepción, pero en los que el técnico de Schönau relanzó a la ‘Mannschaft’.
La decepcionante eliminación en la fase de grupos en Rusia 2018 y la derrota en semifinales ante Francia en la última Eurocopa, junto a sus discretas participaciones en las dos ediciones de la Liga de Naciones, apagaron la euforia y confianza en aquella selección que se coronó campeona mundial en Brasil 2014.
Por lo tanto, esta edición del torneo continental tiene para Alemania ciertos tintes de revancha particular en un intento de volver por sus fueros. Para ello, Low, obligado a ir renovando el bloque, ha tenido que ‘repescar’ a ilustres veteranos y con un tremendo carácter competitivo como el zaguero Mats Hummels y el delantero Thomas Müller.
Un equipo como este con grandes nombres del fútbol mundial, habituados a levantar títulos a todos los niveles, parte, lógicamente en el grupo de aspirantes, pero es obligado que recupere el espíritu competitivo y no cometa errores como los que provocaron su humillante derrota en España por 6-0 en la Liga de Naciones.
Bélgica también en las quinielas
Bélgica tratará de dar el salto definitivo que tanto tiempo lleva buscando con una generación casi irrepetible, aunque al español Roberto Martínez, técnico de los Diablos Rojos, le ha surgido el problema de la lesión en la final de la Champions de su mejor hombre, Kevin de Bruyne.
Otra incógnita será el rendimiento que pueda dar Eden Hazard, la otra gran referencia de esta generación belga, después de dos campañas sin apenas jugar en el Real Madrid a causa de las lesiones.
Para su fortuna, Martínez tiene un gran fondo de armario del que echar mano esta Eurocopa y un Romelu Lukaku pletórico tras llevar al Inter a ganar la Serie A.
Bélgica, que cayó en cuartos ante Gales de forma inesperada en la pasada Eurocopa, se quedó a un paso de la final del Mundial de Rusia y acabó tercera tras vencer a Inglaterra, que presenta un nuevo proyecto para acabar con su maleficio en el torneo continental que nunca ha ganado.
Inglaterra
El cuadro de Gareth Southgate tiene al delantero Harry Kane como abanderado, pero sobre todo a jóvenes sobradamente preparados que no paran de crecer en lo futbolístico, como Phil Foden, Mason Mount, Jadon Sancho o Jude Bellingham.
Sobre el papel su principal rival en la fase de grupos será Croacia. La actual subcampeona mundial, que también va renovando el equipo, sigue abanderada por el madridista Luka Modric y vuelve a reclamar protagonismo.
El papel de España
De las selecciones que más caras nuevas ofrece respecto a anteriores grandes citas es España. Luis Enrique Martínez ha apostado definitivamente por el cambio. Sin su capitán, Sergio Ramos, tras arrastrar durante los últimos meses problemas físicos, Sergio Busquets y Jordi Alba eran los llamados a imponer la veteranía junto a César Azpilicueta, que regresa al grupo tras levantar la Champions en Oporto después de una exhibición ofensiva.
Pero el positivo por COVID-19 de Busquets ha alterado todo y ha complicado tremendamente la última semana de preparación a la Roja, que vive presa de la incertidumbre en Las Rozas. Luis Enrique se ha visto obligado a preparar una ‘burbuja paralela’ en previsión de que puedan aparecer más casos. De nuevo, como antes del último Mundial con la salida de Julen Lopetegui, España encara un gran torneo víctima de la incertidumbre.
Dominadora del fútbol universal al enlazar las Eurocopas de 2008 y 2012 y el Mundial de Sudáfrica 2010, perdió el paso desde entonces. En Brasil 2014 cayó en la fase de grupos, y en Francia 2016 y en Rusia 2018 en octavos. En estos años ha demostrado ser capaz de todo, como de vapulear a Argentina o Alemania, pero también de poder ser sorprendida por cualquiera.
Suecia, finalmente sin Zlatan Ibrahimovic, Polonia, con el mejor artillero de los últimos tiempos, Robert Lewandowski, y la Eslovaquia del veterano Marek Hamsik, anuncian batalla para España.
El conjunto de Luis Enrique es una incógnita, ahora más que nunca como lo pueden ser también Países Bajos, de regreso a una gran cita tras perderse una Eurocopa y el Mundial de Rusia, e Italia, que igualmente va alimentándose de nuevos valores pero que, al menos en las fases clasificatorias, se ha mostrado muy solvente.
En Francia 2016 la gran revelación fue País de Gales. Repite presencia con Gareth Bale como gran abanderado y con la experiencia acumulada, aunque no parece que tanto el madridista como otras de sus figuras estén en la misma forma. No obstante, los ‘dragones’ siempre compiten.
Pero a la vista de que las distancias en el mundo del fútbol se han reducido y de que la mayor parte de los jugadores llegan con la gasolina justa, se avecina otra Eurocopa en la que las sorpresas pueden producirse en cada partido y hasta los debutantes Finlandia y Macedonia del Norte sueñan con vivir momentos de gloria.