La selección española disputará la quinta semifinal de la Eurocopa de su historia, tras eliminar a Suiza en la tanda de penaltis posterior al empate a un tanto, con dos penaltis detenidos por Unai Simón y un lanzamiento arriba de Rubén Vargas (1-3)
Jugar en superioridad numérica desde el minuto 77 por la expulsión de Remo Freuler, no impulsó el triunfo de España que se topó con Sommer en la prórroga. Suiza que había eliminado en la tanda de penaltis a Francia, desaprovechó los fallos de Sergio Busquets y Rodri, creció la figura salvadora de Unai Simón y Mikel Oyarzabal firmó el pase a semifinales.
Parecía que se repetiría la historia de hace tres años en el Mundial, pero esta vez salió cara. España ganó la ruleta rusa de los penaltis y se metió en semifinales ante una heroica Suiza (1-1), que jugó toda la prórroga con un hombre menos.
España se mete así en su primera semifinal de un gran torneo desde la Eurocopa de 2012. Un gran éxito de Luis Enrique Martínez, que confió en estos jugadores a muerte pese a los dos empates consecutivos en la primera fase.
No fue la España brillante de los octavos ante Croacia. El balón corrió poco. Le faltó movilidad a los centrocampistas y desborde a los delanteros. Mejoró España en la prórroga, pero sólo convirtió en un héroe al portero helvético.
Suiza demostró ser el ogro que tumbó a los franceses. Una disciplina táctica a prueba de bomba en juego posicional y una precisión de relojero a la contra. Estuvieron a punto de echar a España a la calle y hacer historia.
Salió bien España. Con el balón en propiedad, pero mirando siempre la portería contraria. Los suizos esperaban agazapados un fallo en la salida del balón.
Jordi Alba abrió la lata a los ocho minutos. Fue un córner que nadie pudo rematar, el balón le cayó al zurdo del Barcelona al borde del área grande, lo empalmó sin pensárselo dos veces, rebotó en Zakaria y sorprendió a Sommer (min.8).
Los de Luis Enrique eran dueños del partido. Demasiado fácil. Los suizos sólo inquietaron cuando la defensa española y Unai Simón arriesgaban demasiado.
España mejoraba cuando entraba en juego Ferrán Torres. Era dinamita pura. César Azpilicueta pudo marcar a la salida de un córner, pero Sommer estaba bien colocado.
Con el paso de los minutos el juego español se fue atascando. Los suizos nunca le perdieron la cara al partido. Con poco, daban la sensación de peligro. Alba tuvo que emplearse a fondo para neutralizar varias incursiones por su banda.
Sarabia no entraba en juego. Pedri estaba muy vigilado. Mientras, a Morata no le llegaban apenas balones. El balón no corría, pero los suizos sí. Luis Enrique debía tomar medidas al descanso.
Si no quería problemas, España debía marcar. Pese a ir por detrás en el marcador, los suizos no parecían sufrir. Zuber obligó al guardameta español a emplearse a fondo con un disparo muy cercano.
El gol se veía venir y llegó en un fallo garrafal de la defensa española. Laporte se adelantó al delantero en un contraataque, pero el balón rebotó en Pau y le cayó franco a Freuler, que le cedió el balón a Shaqiri para que marcara a placer (min.68).
El gol hizo justicia. La Roja estaba aturdida, pero reaccionó a lo grande. Atacando.
Entonces, Freuler se lanzó con los tacos por delante para rebañar un balón. Llegó tarde y golpeó a Moreno. El árbitro inglés, habitualmente permisivo con estas jugadas, expulsó al suizo.
La expulsión encerró más a los suizos y también puso a la afición en contra del equipo español. Petkovic no tardó reaccionar. No tuvo reparos en quitar a sus dos delanteros, Shaqiri y Seferovic. El mensaje era claro. Prórroga y penaltis.
Luis Enrique también movió ficha. El gran olvidado, Marcos Llorente, saltó al campo. No hubo tiempo. Ambos equipos estaban condenados a la prórroga, pero los españoles tenían un jugador más.
La tuvo Gerard Moreno al comienzo de la prórroga delante de Sommer a pase medido de Alba, pero cuando lo más difícil era fallarla, remató fuera.
España había embotellado a Suiza. Alba obligó a Sommer a despejar a saque de esquina con un disparo desde fuera del área. Un disparo de Olmo rebotó en Moreno y casi entra. Se sucedían las ocasiones.
Gerard Moreno volvió a entrar en acción. Su disparo casi a bocajarro lo despejó el portero suizo con un grandísima intervención.
Como contra Francia, Sommer era el héroe. A disparo de Oyarzabal, otra gran estirada. El estadio ovacionaba cada una de sus intervenciones. España estaba haciendo su trabajo. Sólo faltaba acertar.
Le costó más a los españoles en los segundos quince minutos. Ricardo Rodríguez evitó el gol de Marcos Llorente lanzándose en plancha.
Todo eran silbidos contra España y ovaciones al equipo en inferioridad numérica. El acoso y derribo se recrudecía. Se mascaba la tragedia. España no quería someterse a la lotería de los penaltis. No pudo evitarlo.
Se decidió en la tanda de penaltis
Y la ruleta de los penaltis dictó sentencia. Unai Simón detuvo dos y Oyarzabal metió a España en semifinales.
Y eso que Busquets falló el primer penalti de la tanda y Rodri también erró el suyo. Por suerte, Unai Simón detuvo dos penas máximas y llevó a España a Londres, donde espera al ganador del partido entre Bélgica e Italia.