Canarias cuenta con una red de rastreo consolidada que ha logrado unos indicadores de trazabilidad superiores al 70 por ciento
La Dirección del Servicio Canario de la Salud (SCS) ha solicitado formalmente al Estado la incorporación inmediata de 26 rastreadores militares.
Todo ello, para fortalecer el sistema de rastreo canario ante el incremento de casos de COVID-19, especialmente en las islas de Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura.
Dos de los rastreadores militares se incorporan al equipo de rastreo de la Dirección General de Salud Pública encargado de los casos más complejos y 24 se suman a la sala de rastreo ubicada en la Biblioteca Pública del Estado en Las Palmas de Gran Canaria bajo la coordinación de la Gerencia de Atención Primaria de la isla.
Pese a su ubicación física, estos rastreadores trabajarán para todos los casos que lo requieran, especialmente para los de Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura o La Palma que es donde se están dando los mayores incrementos de casos en la actualidad.
Canarias cuenta con una red de rastreo consolidada que ha logrado unos indicadores de trazabilidad superiores al 70 por ciento. Pese a tener una plantilla dimensionada para cubrir nuevas demandas, el SCS ha solicitado este apoyo externo ante la posibilidad de un incremento explosivo en la incidencia, tal como ha ocurrido en otras comunidades autónomas como Cantabria o Castilla y León.
Además, el perfil del caso actual difiere sustancialmente del caso tradicional, dado que el mayor número de contagios se presenta en población joven y este hecho precisa de una nueva adaptación en el abordaje de las entrevistas a los positivos y contactos estrechos, lo cual exige una formación específica para desarrollar nuevas capacidades y habilidades en la entrevista. El sobredimensionamiento cuantitativo de rastreadores permite al equipo disponer de más tiempo para realizar acciones de formación para el abordaje de estos nuevos casos.