El ministro del Interior en funciones de Afganistán, Abdul Sattar Mirzakwal, ha anunciado este domingo el inicio de las conversaciones con los talibanes. Buscan organizar un ejecutivo de transición en el país ante la llegada de los insurgentes a la capital, Kabul
En una comparecencia, Mirzakwal ha indicado que «la transferencia de poder al gobierno de transición se llevará a cabo en un entorno seguro y pacífico», según recoge la cadena afgana Tolo News.
El ministro ha confirmado que, de momento, se ha alcanzado un acuerdo preliminar para evitar una ofensiva armada de los insurgentes contra la capital.
Minutos antes de la declaración, la cadena Al Arabiya confirmaba la llegada de una delegación talibán al Palacio Presidencial para discutir los términos de la entrada definitiva de los insurgentes en la capital.
Han anunciado una entrada pacífica
Los talibanes han anunciado este domingo que todo el país se encuentra ya bajo su control. Aseguran que ha comenzado el proceso de negociación para la entrada «pacífica» de sus combatientes en la capital, Kabul
Los medios regionales ya informan abiertamente de un proceso de transición que desembocará en la dimisión, en las próximas horas, del presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, una figura vilipendiada por los talibanes. Consideraban a su gobierno un títere de Estados Unidos, según fuentes de Al Arabiya.
Fuentes del medio afgano Khaama Press han confirmado que estas negociaciones están fundamentadas en una transferencia de poder a los insurgentes. Será dirigida por el principal negociador del Gobierno afgano, el jefe del Consejo Superior para la Reconciliación Nacional, Abdulá Abdulá.
Las mismas fuentes apuntan el nombre del ex ministro del Interior y ex embajador afgano en Alemania, Ali Ahmad Jalali, como nuevo jefe de este gobierno en funciones.
«Dado que la capital, Kabul, es una ciudad grande y densamente poblada, los muyahidines del Emirato Islámico no tienen la intención de entrar en la ciudad por la fuerza, sino de entrar pacíficamente en Kabul. Se están celebrando negociaciones para garantizar que el proceso de transición se complete de forma segura», explica la nota.
Los talibanes han precisado que, hasta que culminen las negociaciones, la situación de seguridad en la zona quedará en manos «del bando contrario», es decir, el Gobierno afgano.
Por último, garantizan a la población su seguridad al afirmar que no están buscando «vengarse de nadie» y que «todos los funcionarios civiles y militares permanecerán a salvo».