Los extranjeros prefieren comprar en lugares soleados y que sean cómodos para teletrabajar
Más del 20% de las operaciones inmobiliarias en Canarias las realizan extranjeros. Los extranjeros representan un 11,3% del total de operaciones inmobiliarias en España. Todo ello a pesar de que, por la pandemia, el número ha bajado un 10%. Son datos del Colegio de Registradores de la Propiedad que ha facilitado Prohipotecas y Finteca.
Este dato es aún más alto en comunidades como Baleares. Allí, los extranjeros totalizan casi el 30% del total de operaciones inmobiliarias. En otras comunidades costeras, como Canarias, Valencia o Murcia, los foráneos representan más del 20% de la cuota de mercado.
La fundadora de Finteca y Prohipotecas, Silvia Escámez, ha dicho que la compraventa de inmuebles por extranjeros aumentó un 200%.
En concreto de 2009 a 2019, año en el que representaban un 12,6% del mercado.
Escámez ha dicho que el tipo de vivienda más demandada por los extranjeros está creciendo en lugares soleados y más cómodos para el teletrabajo.
Crecimiento de la digitalización
«En el caso de Finteca los clientes extranjeros oficializaron un 12% de las hipotecas. Añadió que en lo que llevamos de 2021, representan un 13%», ha apuntado Escámez.
Considera que este crecimiento se debe a la digitalización que ha tenido lugar a lo largo del último año.
Escámez ha incidido en que, además de la pandemia, el ‘Brexit‘ y la incertidumbre generada han sido una de las causas de la desaceleración. Ha señalado que, tras haberse despejado el panorama, «es posible que este colectivo vuelva a comprar más viviendas».
Siguen siendo los británicos (a pesar del ‘Brexit’) los que más viviendas compran. En concreto son un 15,5% de la demanda extranjera total. Les siguen los franceses y alemanes (un 7,5% cada uno).
Hipotecas del 50% y a tipo fijo
Desde Finteca apuntan que «no todos los bancos dan hipotecas a extranjeros y, los que las dan, suelen ser más exigente con el préstamo«. Señalan que estas condiciones afectan a los plazos de amortización o los máximos de financiación. En la mayoría de los casos se dan porque se está adquiriendo una segunda vivienda.
«Los plazos de amortización suelen ser de 20 años, diez menos que las hipotecas convencionales, mientras que la financiación no suele superar el 50% del total», ha señalado Escámez.
Con respecto al tipo de hipotecas, ha dicho que suelen ser «a tipo fijo y a un interés más alto, por su condición de segundas residencias».
Escámez ha advertido de que los compradores han de presentar una serie de documentos en español. Además, la propiedad tiene que ser declarada en el país de residencia. Por ello se deberá pagar el Impuesto sobre la Renta de no Residentes y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles.