El incendio que se declaró entre los municipios abulenses de Navalacruz y Cepeda de la Mora, con una extensión afectada de miles de hectáreas de monte y pasto que lo convierten en el más grave del año en España, está ya estabilizado
El cálculo realizado por la Junta de Castilla y León estima en al menos 12.000 las hectáreas de terreno carbonizado, mientras que el Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus, que proporciona información geoespacial puntual y precisa y que pertenece al programa de observación de la Tierra de la Unión Europea, calcula una superficie de 21.993 hectáreas quemadas hasta hoy en este incendio –equivalente a casi 27.000 campos de fútbol-.
El motivo de esta diferencia es que se desconoce por el momento si Copernicus ha tenido en cuenta las zonas de terreno que podrían haber quedado sin quemar dentro de la zona afectada por el fuego y que habría que descontar de la superficie total cuando se realice el balance definitivo.
En cualquier caso, este incendio ya es el más extenso en los últimos 40 años en Castilla y León y uno de los más importantes ocurridos en España en los últimos años. Sería el cuarto más grave de su historia según la organización conservacionista WWF, que recuerda que el más extenso se registró en 2012 en Corte de Pallás (Valencia), con 30.000 hectáreas arrasadas.
La Junta de Castilla y León no prevé por el momento bajar el actual nivel 2 de peligrosidad en la escala de 0 a 3 y tampoco disminuir el despliegue de medios materiales y de equipos de extinción de incendios en la zona. Preocupan las elevadas temperaturas, el viento y las posibles reproducciones que pueden generarse en las próximas jornadas, dada la extensión del terreno afectado.
En una rueda de prensa en León, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha explicado que en la actualidad su departamento está valorando los daños para determinar el plan de restauración forestal, aunque ha dado prioridad al restablecimiento de pastos para la ganadería, la protección de los acuíferos y la captación de agua de las poblaciones.
«El incendio ha podido generar depósitos que pueden ser arrastrados por las primeras lluvias que se registren y contaminar los acuíferos, por lo que la labor más prioritaria es salvaguardarlos», ha explicado Suárez-Quiñones.
Solidaridad y ayudas
En esta zona eminentemente ganadera y forestal, otra de las prioridades es la ayuda a los profesionales que han visto cómo el pasto del que se alimentan sus animales ha desaparecido de un plumazo. La Junta de Castilla y León se ha comprometido a garantizar comida y agua al ganado afectado.
Este compromiso lo ha hecho patente la directora general de Desarrollo Rural, María González, que se ha reunido con representantes de las organizaciones profesionales agrarias (opas) de Ávila, junto con el delegado territorial, José Francisco Hernández, para conocer las necesidades de los agricultores y ganaderos afectados por el incendio de Navalacruz.
No obstante, la solidaridad de la sociedad española ha sido canalizada a través de diferentes iniciativas promovidas por asociaciones y ayuntamientos.
En concreto, una quincena de personas que ofrecen casas enteras a los desalojados, pueblos que se han prestado a acoger vacas, decenas de camiones llenos de paja gratis y talleres que arreglan neumáticos de forma altruista forman parte de una inmensa red de colaboración que estos días amortigua con solidaridad los estragos que han causado las llamas en la provincia de Ávila.
En el mismo sentido, el Ayuntamiento de Solosancho, que agrupa también a las localidades de Villaviciosa, Robledillo y Baterna, muy afectadas por el incendio, ha abierto una cuenta bancaria para canalizar los ofrecimientos de ayuda económica que en las últimas horas llegaban a través de emocionantes llamadas telefónicas desde Castilla y León y el resto de España.
En declaraciones a Efe, el alcalde de este municipio, Jesús Martín, ha expresado que el paisaje y la situación que tiene ante sus ojos es «dramática», por la extensión y las repercusiones de un fuego que ha arrasado por completo la masa forestal de al menos dos términos municipales de la zona, los de Solosancho y Sotalbo.
Junto a otras instituciones, los pueblos afectados por las llamas han solicitado la declaración de zona catastrófica, algo que también apoya el PSOE de Castilla y León, dada la gravedad de las consecuencias que tendrá el incendio desde el punto de vista medioambiental y también en la actividad económica de la comarca.
La «Pompeya vettona» resiste
El poblado fortificado de «Ulaca», el más grande entre los asentamientos vettones y uno de los más importantes de la Europa céltica, ha hecho honor al apelativo de «Pompeya vettona» tras resistir a la ‘erupción’ del devastador incendio.
«Ulaca» se ha convertido en una especie de isla dentro del mar de llamas en la que llegó a convertirse esta zona.
A unos 20 kilómetros al suroeste de la capital abulense, sobre una atalaya situada a 1.500 metros sobre el nivel del mar, se asienta esta joya arqueológica que, como a finales de la Edad del Hierro hicieron sus más de 1.500 pobladores, se ha defendido de una invasión bien distinta a la de entonces: el fuego.
Iker Casillas, un voluntario más
El histórico portero de la Selección Española, del Real Madrid y del Oporto, Iker Casillas, es uno más de los centenares de voluntarios que se han sumado a las labores de extinción del incendio de Navalacruz -de donde procede su familia y donde tiene una casa-.
Iker Casillas ha colgado en sus redes sociales varias fotografías y vídeos del incendio que acompaña con mensajes como este: «Con dureza ante las llamas, sin ningún miedo de ayudar y colaborar con la gente. Enormes aquellos que más sabían y que han guiado a los que no teníamos ni idea de coger un azadón».
Casillas ha querido subrayar lo «buena gente» que son los «amigos» de Navalacruz y ha indicado que «por estas cosas son las que se siente uno orgulloso de que nos conozcan. Aunque siendo humildes, os digo que hubiéramos preferido estar en segundo plano, y que esto no hubiera sucedido jamás»