El director del Servicio Canario de la Salud, Conrado Domínguez, afirmó que el hospital «está preparado» para afrontar una situación así
La afluencia de migrantes positivos en COVID-19 ha hecho que haya «subido algo la presión asistencial» en el Hospital Insular de Las Palmas de Gran Canaria pero sin desbordar su capacidad, ya que «está preparado» para poder afrontar algo así, según ha dicho este martes el director del Servicio Canario de la Salud, Conrado Domínguez.
En declaraciones hechas a preguntas de periodistas tras presentar un proyecto de realidad virtual que invita a vivir la experiencia de un enfermo de coronavirus, Domínguez ha salido de ese modo al paso de noticias sobre supuestos problemas por el aumento de contagiados de esa patología en el Insular.
Incremento por la llegada de pateras y cayucos
Un incremento que ha dicho «está asociado a la asistencia a la inmigración», debido al número de personas llegadas en cayucos o pateras que arriban al archipiélago portando el virus, pero que ha asegurado que ha sido asumido sin contratiempos.
Lo que se ha hecho es que «se han abierto plantas nuevas y se han reorganizado otras» para contar con espacio suficiente para atender a los pacientes de la COVID-19, ha explicado, insistiendo, eso sí, en que la situación es manejable en todo el hospital, incluida su unidad de cuidados intensivos.