En la operación se ha intervenido una tonelada de droga y unas 25.000 plantas de marihuana en las 51 entradas y registros llevadas a cabo en Tarragona, Barcelona, Girona y Castellón
La Policía Nacional, en una operación conjunta con los Mossos d´Esquadra y las autoridades de Alemania y Albania con el apoyo de Europol, han detenido a 107 personas en una operación contra una red criminal transnacional de origen albanés.
En la operación se ha intervenido una tonelada de droga y unas 25.000 plantas de marihuana en las 51 entradas y registros llevadas a cabo en Tarragona, Barcelona, Girona y Castellón.
Esta operación se enmarca en la lucha coordinada de las autoridades policiales internacionales contra el crimen organizado de origen albanés, un fenómeno en expansión tras su evolución y posicionamiento en el mundo del narcotráfico.
El valor de la droga se multiplica por cinco
La investigación se inició en junio del pasado año tras tener conocimiento de una compleja red de facilitadores que, presuntamente, estaban dando cobertura a una organización de origen albanés para asentarse en España.
Esta red estaba formada por trabajadores del sector inmobiliario y la electricidad, entre otros, que, previa comisión, ayudaban a la organización a asentarse en España dotándoles de la logística y la infraestructura necesaria para el cultivo de marihuana.
Una vez realizado este cultivo masivo, se distribuía por distintos países de Europa, entre ellos Alemania, donde el valor de la droga se multiplicaba por cinco.
A finales de 2020, en la capital alemana, se neutralizó uno de los envíos. Esta organización pretendía camuflar 140 kilos de cogollos de marihuana envasados al vacío en un cargamento de pistachos a través de una empresa británica. En esa fase de la investigación se detuvo a tres ciudadanos albaneses, incautando además de otros 100 kilos de marihuana, 700 gramos de cocaína y más de 2000 euros en efectivo.
Tras esa actuación, los agentes comenzaron las pesquisas en España sobre los jefes del entramado y sus métodos de entrega, todo ello coordinado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Reus. Gracias a la cooperación internacional con Alemania, Albania y Europol, se logró identificar a los jefes de la organización criminal, concretamente un clan familiar albanés con residencia en Alemania y España.
Tras ello se logró localizar a uno de los líderes de la red quien, junto a otros familiares, dirigían una inmensa red dedicada al tráfico internacional de marihuana.
Fruto de ello, el pasado mes de mayo se interrumpió un nuevo envío con destino Alemania donde la organización contaba con la participación de un camionero eslovaco que, presuntamente, ocultó entre su carga legal 100 kilos de cogollos de marihuana envasados al vacío. De forma paralela, en Reus se desmanteló un cultivo de 1.170 plantas donde eran detenidos tres ciudadanos albaneses miembros de la red criminal.
Dispositivo de 400 agentes
Un dispositivo conjunto de Policía Nacional y Mossos d´Esquadra con la presencia de autoridades policiales de Alemania y Albania, junto con analistas de Europol especializados en la criminalidad organizada albanesa, llevaron a cabo la explotación de la operación.
Un amplio despliegue de unos 400 agentes que permitió llevar a cabo 42 entradas y registros simultáneos en Tarragona, Barcelona, Girona y Castellón. Días posteriores, los agentes llevaron a cabo otros nueve registros más.
El balance total de la investigación, de más de un año de duración, asciende a 107 personas detenidas y 51 inmuebles registrados en los que se han desmantelado varias plantaciones indoor de marihuana, además de interrumpir otras en fase de montaje.
Los agentes han intervenido una tonelada de marihuana procesada en cogollos, unas 25.000 plantas de marihuana, cerca de 70.000 euros en efectivo, un revolver detonador, una escopeta recortada, un inhibidor de frecuencia y tres vehículos, dos de ellos de alta gama.
Para el mantenimiento de estas plantaciones habían realizado enganches ilegales para defraudar el consumo del fluido eléctrico, lo que además suponía un riesgo para las propiedades colindantes por el alto riesgo de incendio de estas instalaciones al carecer de las medidas de seguridad exigidas.
Se estima que el consumo generado por las plantaciones desmanteladas ha provocado una defraudación de más de 1.600.000 euros.