Un mes de estudio que podría dar con la clave para contrarrestar el daño del ser humano en el medioambiente
El océano, en el proceso de descomposición de los minerales que llegan a él desde la superficie, es capaz de absorber el dióxido de carbono que se encuentra en la atmósfera por la contaminación humana.
Sin embargo no es lo suficientemente rápido para evitar las consecuencias del cambio climático. Se necesitarían miles de años y queda apenas una década para cumplir con los compromisos de París
Por eso se utilizan estos mesocosmos a través de los que se estudia qué composición de minerales sería viable sin que interfiera de manera negativa en el ecosistema. Es un experimento único en el mundo.
Un mes de investigaciones que podrían dar con la clave para contrarrestar el daño que ocasionen las actividades del ser humano en el medioambiente.