Ashotel asegura que a pesar de la situación de emergencia, fuera de las zonas afectadas hay una «cierta normalización» que permite «hacer turismo con seguridad»
La erupción volcánica originada el 19 de septiembre en Cumbre Vieja y que generó prácticamente un lleno turístico durante la primera semana, ha dado paso a una situación «muy delicada». Hay una caída de reservas «terrible» por encima del 70% para los meses de octubre y noviembre.
Así lo avanza el gerente de Ashotel (Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro), Juan Pablo González. González precisa que aunque la situación de emergencia prosigue en la isla hay una «cierta normalización» fuera de la zona de exclusión que permite «hacer turismo con seguridad».
El Paso, Los Llanos y Tazacorte, los municipios más afectados
González señala que la erupción afecta especialmente a la zona oeste a El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte. Añade que en la otra gran zona turística de la isla, en Los Cancajos, al este y cerca del aeropuerto, «la situación es tranquila y es una zona segura».
Asegura que el sector turístico fue consciente al comienzo de la emergencia de que «no tocaba el turismo». También, insiste González de que «no podía ser» que hubiera ‘selfies‘ mientras la gente era evacuada de sus casas. Sin embargo entiende que ahora «el riesgo se está atenuando».
«Hay que ir recuperando la actividad»
En esa línea, ha dicho que «hay que ir recuperando la actividad poco a poco» . Asegura que se trabaja, junto a las instituciones, en realizar acciones dirigidas a los mercados emisores. Especialmente el alemán para transmitir cierta «tranquilidad relativa» y que la isla «merece ser visitada».
Así, ha remarcado que la Palma tiene que tener temporada de invierno porque quedó muy afectada tras una pandemia de año y medio. «No queremos volver al 14 de marzo», dice. Añade que «no puede ser, sería una travesía del desierto demasiado larga para la cual a lo mejor no tenemos agua».
«Si no hay temporada de invierno será la crisis la que se nos lleve por delante»
Rememora gráficamente la posición del delegado de la patronal en la isla, Carlos González, propietario de un hotel en Los Cancajos. González ha comentado que la gente «necesita ayuda ya«.
Lo argumenta en que se vive una emergencia para los que han perdido sus casas y terrenos pero «también se necesita que los negocios no cierren». «Si los palmeros no tienen temporada de invierno no será el volcán sino la crisis, la que se los lleve por delante», matiza. «Tenemos que salir todos agarrados a ese barco que es la temporada de invierno».
«Preocupación e incertidumbre»
Con un hotel de la cadena Meliá y muchos alojamientos turísticos más pequeños y apartamentos, necesitará de obras para habilitar el acceso cuando pase la erupción. «Mientras no se haga vía de acceso no estará operativo, espero que sea semanas, si no meses», detalla.
Ha indicado que los asociados en esa zona de la isla les transmiten «preocupación e incertidumbre» . Sin embargo valora que las instituciones públicas «se han volcado» y anuncian diversos paquetes de ayudas para iniciar la reconstrucción. «Las medidas deben servir para restaurar, es el momento de hechos, no palabras», indica.
De esta forma, y pese a que la isla dispone ahora de un solo motor turístico, Los Cancajos, ha apuntado que como los aviones operan hay una «parte importante» de camas de la isla con disponibilidad para el invierno.
«Turismo con seguridad pero turismo»
«Es bueno que haya turismo porque trae dinero para la isla en gasto en destino, alojamientos, comercios y restaurantes». Asegura que «los propietarios tienen que tirar para adelante todos los días así que turismo con seguridad, pero turismo sí».
Añade que desde las instituciones nos les han pedido más plazas alojativas para personas evacuadas. Actualmente hay menos de 200 en un hotel de Fuencaliente.