La asociación de Familias Acogedoras propone incentivar programas de acogida alternativa en los que los niños estén en los hogares durante periodos como los fines de semana o el curso académico
Más de 16.600 niños y niñas vivían a finales de 2020 en residencias de acogida, un cifra que descendió en el año de la pandemia. Sin embargo la Asociación Estatal de Familias Acogedoras (ASEAF) considera aún elevada: «Necesitamos más familias de acogida», ha alertado esta organización.
Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el número de menores tutelados en residencias bajó un 26,8 % en 2020, en parte porque hubo menos llegadas de menores extranjeros no acompañados, pero también descendió el número de niños en acogimiento familiar.
A finales de 2019 había 19.320 niños en familias y en 2020 la cifrá se redujo hasta los 18.892, un 2,2 % menos.
La presidenta de ASEAF, María Araúz de Robles, ha insistido en la necesidad de contar con más familias de acogida. También ha pedido a las administraciones que dé a conocer este modelo, el acto de «mayor generosidad que se puede hacer con la infancia».
«Hay que priorizar el sistema de acogida familiar frente al de centros»
Araúz ha hecho énfasis en la necesidad de priorizar el sistema de acogida familiar frente al de centros. Los centros mantienen las necesidades materiales de los pequeños cubiertas, pero no llega a alcanzar las afectivas, ha explicado. «Todo niño necesita un adulto que esté loco por él», ha defendido parafraseando al psicólogo Urie Bronfenbrenner.
Las cifras ofrecidas por la asociación muestran también que más de 1.100 niños y niñas menores de seis años crecen en residencias.
Para mitigar esta situación, la portavoz de la asociación Familias Acogedoras, Teresa Díaz, ha propuesto incentivar programas de acogida alternativa, en los que los niños estén en los hogares durante periodos como los fines de semana o el curso académico.
«¿Quién le va a quitar el miedo de una pesadilla a un niño por la noche?», fue una de las preguntas que se hizo Beatriz, madre de acogida de José María, cuando vio que el pequeño de dos años estaba apunto de entrar en un centro porque su madre, de 15, no podía mantenerlo.
Beatriz y José María, ya adolescente, han participado en la rueda de prensa de la asociación para contar el testimonio de ser familia de acogida en primera persona.
El joven es «feliz» con Beatriz, que acabó adoptándolo, aunque ha explicado que mantiene una buena relación con su familia biológica.