La uva sigue siendo una de las tradiciones para despedir el año que se acaba y recibir el nuevo
Uno de los elementos que no pueden faltar en todas las celebraciones a pocas horas de que se acabe el año es la uva.
Uvas venidas de Alicante, Murcia o Latinoamérica que han visto incrementado su valor en al menos un 30 por ciento debido al encarecimiento del transporte o la electricidad, y que se esperan vender más de dos toneladas en toda Canarias.
Una tradición que representa cada mes del año venidero y la suerte que correremos en él. Siempre buenos deseos para despedir lo viejo y recibir lo nuevo.
Origen de las uvas de la suerte
Aunque no está claro el origen de esta tradición, se suele vincular a los primeros años del siglo XX. La gran cosecha de uva de 1909 hizo que los cosecheros vendieran el producto como «uvas de la suerte», una por cada mes del año.
Sin embargo, parece que ya en el siglo XIX hay datos que citan esta costumbre. En 1882, un grupo de madrileños decidieron acudir a la Puerta del Sol de la capital para comer las uvas siguiendo el sonido de las campanadas en tono de burla a la costumbre burguesa de tomar uvas con champán.
Fuera el origen en el XIX o el en XX, lo cierto es que se ha afianzado como una de las tradiciones más arraigadas de las navidades en el país.