El objetivo de «gripalizar» la epidemia pasa por observar el coronavirus como una enfermedad respiratoria, lo que en la práctica supondría ir dejando a un lado el recuento exhaustivo de casos
El plan que ultima el Gobierno para abordar el coronavirus como una gripe común no ha calado igual en los expertos. Para unos supone una decisión precipitada que difumina la magnitud de la enfermedad «en un intento de minimizar la covid», para otros es acertada porque «gripalizar la atención» salva el sistema.
El objetivo pasa por observar el coronavirus como una enfermedad respiratoria, lo que en la práctica supondría ir dejando a un lado el recuento exhaustivo de casos y calcular en su lugar cómo se expande la enfermedad a partir de muestras recogidas por una red de vigilancia compuesto por médicos «centinelas», que ya existía con la gripe.
Expertos como Amós García, Jefe de Epidemiología del Servicio Canario de Salud y Antonio Sierra, especialista en Microbiología y Medicina Preventiva consideran que teniendo en cuenta el incremento de la incidencia acumulada debido a expansión de la variante ómicron hay que seguir vacunando y manteniendo la restricciones. Sólo con el tiempo y tras superar esta sexta ola se podrán poner en marcha dinámicas que nos permitan empezar a convivir con el virus.