La tradición de los cordones de San Blas tiene más de tres siglos de historia. Quienes lo portan cuentan que protege de la gripe
Cada 3 de febrero, Ingenio venera a San Blas con la tradición de los cordones, que tiene más de tres siglos de historia.
La Villa bendice y reparte los cordones de San Blas, conocido como el santo de los enfermos de garganta.
Miles de personas acuden desde distintos puntos del Archipiélago para hacerse con uno de los hilos. Dicen que son tradiciones que han vivido con su familia durante toda la vida.
En la parroquia de Nuestra Señora de La Candelaria de este municipio se reparten 16.000 unidades del cordón de San Blas. Una tradición que comenzó a tejerse por 1.700.
Los hilos no siempre fueron de color rojo. Antes eran de color beige y se llamaba hilo de zapatero.
Los fieles se lo colocan en la garganta o en la mano para protegerse de las enfermedades de garganta. Aseguran que la protección se consigue tras llevarlo puesto nueve días, para luego quemarlo el miércoles de ceniza.