La familia de la pequeña Yamila ha tenido que esperar siete meses para poder darle sepultura. Su madre estaba en Francia pero al carecer de papeles ha sido toda una odisea poder viajar a Gran Canaria
Este sábado fue el último adiós a la pequeña Yamila. La niña marfileña de cinco años que falleció en su viaje en patera hacia Canarias. Su cuerpo permaneció siete meses en el depósito.
Su madre, que carece de papeles, ha podido finalmente salir de Francia para someterse a las pruebas de ADN y asistir a su entierro. La Asociación de Africanos en Canarias solicita mejoras en el proceso de identificación.
«La muerte de su hija y de otros niños ha consternado a la sociedad de Canarias. Se ha hecho todo lo posible para que estuviera usted aquí», le ha dicho a Cadi, la madre de Yamila, la subdelegada del Gobierno en Las Palmas, Teresa Mayáns. Antes de fundirse con ella en un abrazo, en una escena hasta ahora inédita en los funerales de quienes mueren en las pateras, todo un gesto de reparación por tantos otros como han sido -y son- enterrados bajo el anonimato de un número.
La madre de Yamila llegó al cementerio acompañada de Helena Maleno, la fundadora de Caminando Fronteras, el colectivo que ha estado en contacto con ella desde que se conoció la muerte de su hija y que se ha ocupado de traerla a Canarias, con la complicidad de algunos servidores públicos que se sintieron tocados por el caso.